Hace unos días os hablaba sobre los suplementos nutricionales. Pues bien tenemos que decir que un exceso de vitaminas es un caso más raro que la carencia pero aún existe y veamos las consecuencias que conlleva.
¿Qué es? Es una excesiva acumulación de una vitamina o varias vitaminas en el organismo que puede crear alteraciones o trastornos.
Cuando el consumo de complementos vitamínicos se lleva a un extremo existen síntomas y riesgos de este exceso de consumo. Por ello se han de tomar de una forma controlada y revisada por un experto.
¿Se puede llegar a una hipervitaminosis con solo la alimentación?
La posibilidad es pequeñísima ya que los alimentos no solo contienen una solo vitamina y cada alimento tiene una equilibrada composición de sus nutrientes. Pero cuando nos obsesionamos por la toma de complementos vitamínicos en grandes cantidades a lo largo de todo el año es cuando puede aparecer la hipervitaminosis.
Tenemos que tener en cuenta hay dos tipos de vitaminas, unas hidrosolubles (solubles en agua) y se eliminan diariamente y se reponen diariamente. Y las otras son las liposolubles que se solubilizan en grasas y somos capaces de almacenarlas.
Ante esto la posibilidad de una toxicidad será mayor para las vitaminas liposolubles que para las solubles ya que éstas se almacenan.
Las hidrosolubles son la vitamina C y el grupo de las vitaminas B y las liposolubles son las vitaminas A, D, E y K.
- La vitamina D aumenta la absorción de calcio a nivel intestinal, por ello si tomamos en exceso puede crear calcificaciones, cálculos renales, endurecimiento de las paredes del sistema cardiovascular, etc. Una toxicidad aguda aparece cuando se toma dosis superiores a 50000 UI, no se ha de rebasar una dosis diaria de 800-1200UI.
- La vitamina A de origen animal (retinol) participa en una mejor visión, en el crecimiento y en la piel, además de aumentar la resistencia a infecciones. Una toxicidad puede aparecer nauseas, caída del cabello, trastornos de la visión, prurito, uñas frágiles, hemorragias nasales… Un consumo de 100000UI puede desarrollar toxicidad aguda. Hay que tener en cuenta que la vitamina A no es lo mismo que betacaroteno y por ello la toxicidad no es la misma. El betacaroteno es una provitamina A que se convertirá en vitamina A cuando el organismo lo necesite, por ello su toxicidad es menor y lo más que puede llegar a aparecer es un color más fuerte en la piel y las conjuntivas.
- La vitamina B1, vía oral no tiene toxicidad, pero inyectada y en grandes cantidades puede aparecer asfixias y alergias.
- La vitamina B3, puede llegar a provocar rojeces, vasodilatación y hormigueos en dosis superiores a 750 mg.
- La vitamina B9 en exceso puede enmascarar un estado carencial de vitamina B12, por ello se suelen recomendar juntas.
- La vitamina C en dosis mayores de 4-5 gramos/día suelen presentar hinchazón del vientre, diarreas, nauseas, etc.