De toda la vida se ha usado el azafrán en la cocina, pero como de tantas otras plantas, no sabemos qué propiedades tiene ni cómo puede beneficiarnos.
Creo que es un tema muy importante, el saber cómo hasta los alimentos y condimentos más conocidos nos pueden servir de medicina.
Os invito a que descubráis al azafrán 🙂
Conociendo al azafrán
El azafrán es una planta con una varita tallosa, muy corta, rematada por una flor, la rosa del azafrán, abierta en forma de embudo y de color más bien violeta.
Dentro del tubo de la flor sobresalen las hebras, de tonos anaranjados: son las briznas del azafrán.
La palabra es de origen árabe (sahafaran, assfar, amarillo) y el nombre latino en realidad deriva del griego kronos (filamento).
Cuenta una leyenda que Kronos era amigo de Mercurio y que un día, jugando juntos al disco, fue herido mortalmente por un golpe en la frente; de la sangre vertida por la mortal herida y del sol que la iluminaba nació una nueva planta, amarilla y roja: la flor del azafrán.
Florece en verano y se recolecta entre septiembre y noviembre a primeras horas de la mañana; enseguida se pone a secar para que pierdan el agua que contiene, conservando así el color y el aroma.
Por cada cinco partes de azafrán fresco se obtiene una de azafrán seco.
La humedad y la luz estropean mucho el azafrán, por lo que conviene conservarlo herméticamente en frascos de cristal y lugar seco.
Propiedades del azafrán
Todavía hoy se emplea en farmacia, sobre todo para la obtención de preparados oftalmológicos (tinturas, extractos, colirios y aguas oculares).
En medicina popular se utiliza el azafrán como estimulante suave, aperitivo, estomacal y favorecedor de la digestión.
Es también una planta sudorífica, suavemente sedante y adecuada en caso de fiebre. Quizá de ahí el uso como calmante en la dentición de los bebés.
Por su elevado precio suele adulterarse o sustituirse por otros productos sucedáneos, como flores de cártamo, conocidas como azafrán americano, o incluso con caléndula, cáñamo o árnica.
A veces también se le añade aceite para que espese más.
En la cocina
Es una excelente especia culinaria para sopas como la bullabesa, salsas, ensaladas y toda clase de paellas y risottos.
Bastan unas cuantas hebras para dar a los alimentos ese toque tan característico, pero si se usa en exceso amarga.
También se usa en repostería y para elaborar licores.
Infusión de azafrán
Se prepara con unas briznas de azafrán infusionadas en una taza de agua hirviendo.
Se toma después de las comidas como digestivo o antes de ellas para abrir el apetito.
Salsa de azafrán
Se dora en aceite un diente de ajo y una cebolla picada, se añade una zanahoria rallada, un tomate pelado y picado, orégano, laurel, sal y pimienta.
Se cocina un momento, se le añaden 2 sobrecitos o cápsulas de azafrán antes disueltas en agua y se deja cocinando a fuego lento otros 10 minutos.