Se le denomina síndrome premenstrual (SPM) a todos aquellos síntomas que aparecen durante una semana antes aproximadamente de la menstruación.
Los síntomas más típicos son la disminución de energía, tensión, irritabilidad, bajo ánimo, cefalea, alteración del deseo sexual, fatiga, dolor de las mamas, dolor de espalda, y edemas especialmente en tobillos y dedos. El grado de estos síntomas se consideran moderados, pero hay un 15% que éste síndrome es grave.
Este síntoma no afecta a todas las mujeres, pero sí a un tercio de las mujeres con edades comprendidas entre los 30 y los 40 años especialmente.
¿Qué causa este síndrome?
- Un aumento de los estrógenos (que aumenta los neurotransmisores en el cerebro como adrenalina y serotonina y disminuye la dopamina) y una disminución de la progesterona, la cual baja los 5-10 días antes de la menstruación. Esta subida de estrógenos principalmente causa ansiedad, irritabilidad, tensión nerviosa, retención de agua e incapacidad para concentración y actividad, y una bajada de ánimo debido al bloqueo de las endorfinas.
- Por tener un nivel alto de prolactina.
- Por el aumento de la hormona folículoestimulante de 6-9 días antes de la menstruación.
- Alteraciones de hipotiroidismo.
¿Qué repercusiones tiene en la alimentación?
Pues se ha estudiado que las mujeres que padecen éste síndrome consumen un 62% más de hidratos de carbono refinados, es decir no integrales, un 275% más de azúcar refinado, un 79% más de productos lácteos, un 78% más de Sodio, un 53% menos de Hierro, un 77% menos de manganeso y un 52% menos de zinc.
Nutrientes que nos pueden ayudar
Se ha comprobado que aumentar el consumo de vitaminas del grupo B a través de la alimentación y especialmente como complemento ayuda a reducir la mayoría de las molestias del síndrome premenstrual. Es interesante que se consuma el grupo entero de vitaminas B porque si no podríamos crear una desajuste.
La deficiencia de Magnesio está implicada como factor causal del síndrome premenstrual y se caracteriza por una sensibilidad nerviosa excesiva con dolores generalizados y por una disminución del umbral del dolor premenstrual.
En cuanto la vitamina A, se ha demostrado que es beneficiosa en la reducción de los síntomas, aunque yo aconsejo la toma de betacarotenos que es una forma más segura.
La vitamina E nos puede ayudar para reducir la tensión nerviosa, la cefalea, la fatiga, el insomnio y especialmente el dolor mamario.
Por ello en conclusión, sería interesante tomar un multivitamínico y mineral completo, con una buena concentración para mejorar este síndrome.