Soy muy aficionada a la miel, en casa la tomamos todos y la uso para muchísimas cosas.
Quiero hablaros de diferentes tipos de miel, en cuanto a sus beneficios terapéuticos para que sepáis cual elegir si la queréis para algo en concreto.
Miel de lavanda
Presenta un bonito color ámbar claro. translúcido y tiene una consistencia fluida, con un sabor suave y un aroma fresco.
Está indicada en el tratamiento de enfermedades del sistema respiratorio, como la bronquitis.
Contribuye a calmar la tos y reducir la irritación de garganta. También porque se le atribuyen propiedades ligeramente sedantes. De ahí que se recurra a ella en situaciones de estrés, nerviosismo e insomnio, sobre todo en niños.
Miel de eucalipto
De color pardo oscuro, desprende un aroma balsámico y refrescante debido a la riqueza en esencias del árbol del que proviene. Se utiliza poco en recetas de cocina porque su sabor fuerte puede apagar los otros.
Destaca su gran poder antiséptico y balsámico, que la hace una miel adecuada para completar un tratamiento de afecciones del tracto respiratorio que requieran una acción expectorante y antiséptica. Es el caso de procesos gripales, bronquitis o resfriados comunes.
Muy recomendada para personas fumadoras.
Miel de azahar
Es una miel muy clara, de tonos amarillos, que desprende un suave aroma a naranja, pues proviene de las flores del naranjo.
Su sabor es suave y no muy dulce y se suele emplear para acompañar dulces.
Se recomienda a cualquier edad cuando hay problemas de insomnio o nerviosismo, ansiedad o estrés. Lo ideal para esto es que acompañe a una infusión de las mismas flores para potenciar sus efectos.
Miel de tilo
Tiene un aspecto muy claro y líquido aunque puede presentar una gama de tonalidades verdosas más o menos oscuras.
Posee un aroma característico suave y agradable.
La miel de tilo ejerce una función diurética y estimulante de la digestión, ya que contribuye a evitar la formación de gases y los espasmos digestivos. Aunque se recomienda también en casos de estrés e insomnio.
Algunos autores la consideran un complemento para tratar problemas circulatorios como la arteriosclerosis y para fluidificar la sangre.
Miel de romero
Tiene un color ámbar oscuro, aunque cruda tiene un aspecto blanco y sólido. Su sabor es suave y su aroma ligeramente neutro. Es además la mayoritaria en nuestro país por la abundancia y la cantidad de flores de que disponen las abejas.
Está recomendada para favorecer la digestión y para tonificar el hígado, al igual que la planta de donde procede.
Por su efecto tonificante también se recomienda en personas que sientes cansadas o débiles, que sufren astenia o que se encuentran en períodos de convalecencia.
Miel de brezo
La miel de brezo tiene un color oscuro y un sabor fuerte.
Se aconseja a personas que padecen trastornos del sistema genito-urinario, infecciones urinarias recurrentes, combinándola con zumo de arándano rojo, retención de líquidos y afecciones reumáticas.
También se recomienda en casos de inflamación de la próstata.
Miel de tomillo
De color amarillo oscuro, tiene un sabor intenso y muy agradable.
Resulta adecuada para la elaboración de ungüentos, pues sus propiedades antisépticas y desinfectantes la convierten en una de las mejores mieles para tratar afecciones de la piel o para elaborar mascarillas faciales, con cera de abeja, aceite de oliva o manteca de cacao.
Ayuda en digestiones lentas, trastornos del sistema respiratorio o situaciones de agotamiento.