Cada día me gusta más investigar sobre alimentación sana, alimentación consciente y vida saludable a través de los que comemos. Y cuando aprendo cosas interesantes que podemos aplicar en nuestro día a día, lo comparto con vosotros.
Estas son unas recetas para crear nuestros propios aceites de aliño, algo que se ha hecho de toda la vida y tiene mucho que ver con la dieta mediterránea, pero que se ha perdido un poco porque cada vez está más de moda los alimentos preparados cargados de conservantes y potenciadores del sabor.
Bien, el aceite de oliva no necesita ni una cosa ni la otra y con otros ingredientes sencillos podemos enriquecerlo y disfrutar de diferentes sabores.
Algunos de estos ingredientes los podemos encontrar frescos y sin tratar en nuestros supermercados y otros incluso podemos plantarlos en casa, como el romero, el orégano o la albahaca, o recogerlos en el campo,siempre que los conozcamos bien y estén en zonas libres de contaminantes.
En todas las recetas se dejarán macerar, entre 1 y 2 semanas, los ingredientes sumergidos en el aceite de oliva virgen extra en un tarro, botella o frasco. Cuanto más tiempo, más sabor tendrán. Mejor si no les da la luz y están en un sitio fresco.
Romero fresco, laurel y ñoras
El romero es un potente antioxidante y antiinflamatorio, además de que activa la circulación y nos revitaliza.
El laurel es tónico y estimulante de la digestión.
Se utiliza con todas las legumbres, pescados y carnes.
Orégano, ajo y tomates secos
El orégano y el ajo aportan sus cualidades antiinflamatorias, digestivas y carminativas.
El ajo y el aceite favorecen la salud cardiovascular y los tomates secos contribuyen al poder antioxidante gracias al licopeno.
Este aceite va bien para acompañar quesos, setas, ensaladas, ahumados, pastas, pescados o carnes.
Tomillo, ajo y piel de limón
El tomillo además de ser tónicos, aperitivos y digestivos, tienen propiedades antibióticas y antibactericidas.
Le va bien a los alimentos crudos o poco cocinados como los quesos de leche sin pasteurizar, los boquerones, steak tartar o cualquier tartar de pescado.
Albahaca, ajo y queso parmesano
Son el típico maridaje italiano.
Tiene beneficios cardiosaludables y antibactericidas.
La albahaca tiene además propiedades tónicas y digestivas.
Ideal con pasta, ensaladas o simplemente con pan.