La obesidad es el trastorno metabólico más frecuente en la mayoría de los países occidentales, incluido España. Pero la obesidad no es sólo un problema estético, se trata de una patología que aumenta el riesgo de múltiples otras, perjudicando el bienestar psíquico, la salud y la longevidad.
Un problema relacionado con este es que no siempre el engordar o adelgazar se debe a la ingesta y quema de calorías, si no que entra en juego el nivel metabólico de cada individuo, obviando los desequilibrios en las glándulas tiroides y paratiroides, suprarrenales, emocionales, inactividad, etc.
El metabolismo se podría definir como el conjunto de transformaciones químicas que ocurren en el organismo ara mantenernos vivos.
La eficiencia con la cual trabaja el metabolismo determina con qué facilidad ganamos o perdemos peso. El cuerpo quema su combustible glucosa para producir energía, pero la glucosa también puede convertirse en grasa y quedarse acumulada en el organismo. Si se quema eficientemente, existen pocas posibilidades de que se transforme en grasa.
Cuando, por el contrario, la combustión de los alimentos no se lleva a cabo adecuadamente, aunque hayamos ingerido poca cantidad de comida, el resultado será un exceso de grasa y un bajo nivel de energía.
Diente de león (Taraxacum officinale). Ayuda al metabolismo de las grasas y a eliminar la retención de líquidos.
Garcinia (Garcinia cambogia). De ella se obtiene el principio activo hidroxicitrato, que inhibe la producción de grasas a partir del exceso de calorías ingeridas, regula el apetito y reduce la apetencia por lo dulce.
Té verde (Camelia sinensis). Contiene teofilina y cafeína, que aumenta la tasa metabólica de las grasas.
Fucus (Fucus vesiculosus). Combina minerales y vitaminas que favorecen el metabolismo. Sus mucílagos reducen el apetito e impiden en parte la absorción de nutrientes por el intestino. importante; las algas siempre deben tomarse con la autorización y la supervisión de un profesional, tras comprobar que no hay desequilibrios en la glándula tiroides.
Ortosifón (Orthosiphon stamineus). Tiene un efecto diurético indicado para acelerar la pérdida de kilos en los regímenes de pérdida de peso. Su riqueza en flavonoides estimula la eliminación de grasa acumulada en las células.
Cromo (orgánico). Mejora la utilización de la insulina y por tanto reduce la cantidad de glucosa que se convertirá en grasa.
Alga kelp. Por su alto contenido en yodo orgánico, ejerce un efecto regulador de la tiroides que ayuda a que el organismo queme el exceso de grasa. Las algas siempre deben tomarse con la autorización y la supervisión de un profesional, tras comprobar que no hay desequilibrios en la glándula tiroides.
L-Carnitina. Este aminoácido transporta los ácidos grasos a través de la pared celular y entro de la mitocondria, centro de la energía de la célula. Eso permite a las células musculares utilizar las grasas para el metabolismo de la energía.
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