Por fin ha caído en mis manos el libro Mis recetas anticáncer y estoy disfrutando muchísimo leyéndolo, además de aprendiendo para mis pacientes y para mí misma sobre la prevención y curación del cáncer.
En él he encontrado una lista que es un tesoro en cuanto a conocimiento de alimentos anticáncer, alimentos sencillos de encontrar en nuestros supermercados y en nuestras mesas, y que consumiéndolos de forma habitual estamos haciendo una gran labor de prevención y curación en nuestro organismo.
Hablamos de cáncer pero se podría extrapolar a múltiples enfermedades que simplemente necesitan, en muchas ocasiones, ser tratadas desde una alimentación rica en antiinflamatorios naturales y antioxidantes.
Nori, wakame (contenida en la sopa de miso), kombu (que se puede añadir en guisos de legumbres o arroz integral), dulse, espagueti de mar, etc.
Contienen fucoxantina, un inhibidor de las células cancerosas; fucoidano, que impide su crecimiento; y calcio.
Shiitake, maitake, champiñón del sol, champiñones, etc.
Ricas en lentinano y betaglucanos.
Refuerzan el sistema inmunológico.
Arándano, mora, frambuesa, fresa, cereza, etc.
Ricas en ácido elágico. Son sustancias antiangiogénicas, evitan las metástasis.
Potente antioxidante. Contiene punicalagina.
Naranja, mandarina, limón, pomelo.
Poseen flavonoides antiinflamatorios y gran cantidad de vitamina C, un potente antioxidante.
Recién molidas para aprovechar mejor sus omega 3.
Son antiinflamatorias.
Contienen lignanos, que son una barrera frente al cáncer de mama.
Se pueden añadir a yogures, sopas, mueslis, etc.
Se deben tomar 2 cucharadas al día.
La cúrcuma es un potente antiinflamatorio y anticancerígeno gracias a la curcumina.
Para una mejor absorción tiene que mezclarse con aceite de oliva virgen extra y pimienta negra. Se puede añadir a las comidas y mejor aún, tomar una cucharadita de la mezcla al día.
El jengibre tiene un efecto similar a la cúrcuma.
Es mejor tomarlo fresco. Se puede añadir rallado a otros alimentos, incorporarlo en bizcochos, guisos, zumos vegetales, etc.
Tomillo, orégano, albahaca, romero, menta, comino, anís, clavo, canela, etc.
Bloquean el crecimiento de células cancerosas.
Apio, perejil, cilantro, comino, zanahoria, chirivía.
Son potentes antiinflamatorios y antiangiogénicos.
Leche materna, kéfir, chucrut.
Refuerzan el sistema inmune, tienen actividad anticancerosa y mantienen la flora intestinal.
Las crudíferas como el brócoli, col, coliflor, lombarda, coles de Bruselas.
Ricas en glucosinolatos, potentes moléculas anticancerosas.
Bloquean las metástasis y promueven la desaparición de las células tumorales.
Contienen compuestos azufrados que ayudan a combatir el cáncer.
La cebolla roja es rica en quercetina, que ayuda a disminuir los efectos secundarios producidos por el carboplatino.
Rico en epigalocatequina-3-galato (EGCG), que reduce el crecimiento de vasos por parte de las células tumorales evitando así las metástasis.
Lo ideal es tomar 3 tazas al día de té verde japonés, sobre todo de la variedad sencha. Se le añade piel de mandarina a la infusión.
Ricos en resveratrol.
Solo un vaso con la comida.
Contiene antioxidantes, proantocianidinas y polifenoles que frenan el crecimiento de las células cancerosas y limitan las metástasis.
Se consumen unos 20 g, entre 2 y 4 onzas.
Contienen muchos antioxidantes.
No se debe abusar porque contienen muchas calorías.
Son fuente importante de vitaminas B y E y de minerales como el magnesio, el manganeso, el selenio y el cinc.
Las nueces son ricas en omega 3 y basta con 3 o 4 al día para cubrir las necesidades. Además son buenas para el corazón.
Es difícil obtener de los alimentos. Debemos tomar baños de sol de unos 20 minutos sin protección solar en horas donde las radiaciones no sean dañinas, antes de las 11:00 de la mañana o después de las 18:00 de la tarde.
También existen suplementos.
Contiene ácidos clorogénicos y elágico,que bloquean la aparición del cáncer. Muy rica en quercetina.
Ricos en fibra e inhibidores de las proteasas que ayudan a luchar contra el cáncer.
Contienen agentes anticancerígenos, entre ellos los antioxidantes.
Rico en licopeno, siempre y cuando se preparen en salsa con aceite de oliva. El licopeno se absorbe mejor si se ha procesado a 100 grados, es decir, si se ha cocinado el tomate, y si va acompañado de grasas.
Contiene vitamina C, E, B1, B2 y B6, fibra y cinc. Gran antioxidante.
Ricos en vitamina C, hierro, calcio, antioxidantes y clorofila.
Se deben consumir crudos, al vapor o cocidos y mejor si son de cultivo ecológico.
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¿Existe alguna demostración científica seria acerca de estos alimentos como anticancerígenos?. Gracias.
Hola Pepi.
Lo mejor es que visites la web de la Dr. Odile Fernández, allí encontraras varios post referente a este tema. Echala un ojo: http://www.misrecetasanticancer.com/ si no encuentras lo que buscan no dudes en escribirla.
Un saludo.