Las ampollas son un mecanismo de defensa del organismo, se llena de líquido linfático y otros fruidos y su misión es ayudar a sanar la piel.
Es muy común que aparezcan después de una caminata, con un herpes, al quemarnos al cocinar o con una calentura, las ampollas suelen aparecer debido a rozaduras y quemaduras. Yo siempre me acuerdo del camino de Santiago 🙂 Por ello está bien conocer algún remedio sencillo que alivie y ayude a la piel a sanar.
Aceites que podemos usar
- Aceite esencial de lavanda.
- Aceite esencial de mirra (lo usaremos si la ampolla permanece húmeda).
- Aceite esencial de benjuí.
¿Cómo lo usamos?
En un poco de agua, si puede ser mejor mineral o filtrada, añadiremos unas gotitas de esencia, mezclaremos bien, con una gasa la humedeceremos bien en la mezcla y la aplicaremos en la zona afectada.
Primero usaremos los aceites esenciales de lavanda y mirra, después del tratamiento inicial usaremos el benjuí.
Después de la aplicación de los aceites es recomendable proteger la ampolla o vejiga con un apósito, por lo general por ellas solas se reabsorben y curan.