Sabías que: la avena fue la base de la alimentación del pueblo Hunza, famoso por su longevidad.
No se sabe cuál es su origen, pero los primeros cultivos documentados proceden de Europa central. Desde allí fue introducida en el Imperio Romano y fue un cereal básico en la alimentación europea durante la Edad Media.
A finales del siglo XVIII la patata destronó a la avena como base alimenticia y comenzó un largo olvido que se prolongó hasta la segunda mitad del siglo XX.
Sabías que: la avena fue «redescubierta» en la hambrienta Alemania post-segunda guerra mundial por sus virtudes alimenticias.
Es rica en grasas vegetales, esto no significa que engorde ya que son «grasas buenas»: ácidos grasos poliinsaturados y ácido linoleico.
Contiene lecitina, necesaria para nuestro sistema nervioso y que contribuye a bajar nuestro colesterol.
Contiene carbohidratos, lípidos (5%), proteínas (1%), una hormona semejante a una foliculina (acción estrogénica).
Contiene vitamina E, B1, B2, B3, B6, carotenoides, tocoferol, vitamina k, boro, yodo, potasio, calcio, magnesio, fósforo, cobre, zinc, manganeso, aluminio, silicio, sodio y hierro (0,8%).
Contiene Avenina o garmina. Un alcaloide que le proporciona la acción sedante (también se encuentra en el centeno).
Contiene betaglucanos, mucílagos con una acción curativa sobre las mucosas. Si habéis hecho leche de avena, es esa sustancia viscosa que sale al filtrarla.
En la corteza de la semilla se encuentra otro alcaloide denominado: Trigonelina, muy útil contra la fatiga ya que es estimulante muscular.
Vamos a dejar de lado el uso de la avena en cosmética natural (puedes ver sus aplicaciones en ese enlace) y nos vamos a centrar en los usos terapéuticos para la piel.
Tenemos muchísimos efectos benignos y posibilidades para tratar problemas de la piel.
Mezclamos 30-50 gr. de harina de avena con un litro de agua.
Lo ponemos a hervir y lo dejamos reducir a la mitad.
Lo usaremos en baños y cataplasmas para tratar la dermatitis, psoriasis, irritaciones cutáneas, etc…
La avena se ha utilizado tradicionalmente para hacer recetas de cocina como papillas o porridge, pero hay muchas formas en las que podemos añadirlas en nuestra cocina diaria.
La cocina no es la única forma de consumirla. Aquellos que no tienen tiempo, pueden hacerlo mediante cápsulas o grageas que comercializan empresas especializadas en fitoterapia. Vamos a ver cómo podemos tomarla:
El grano entero es parecido al grano de arroz integral, conserva todos sus minerales. Es conveniente dejarlo en agua durante unas horas antes de cocerlo. La cocción, como el arroz integral, es más larga (una hora) de lo que estamos acostumbrados.
La puedes encontrar en dos formatos: gruesa y fina. La gruesa es conveniente dejarla en remojo antes de consumirla. La fina, se puede utilizar directamente, por ejemplo, para espesar salsas.
También llamada agua de avena, se hace con copos( también se utilizan los granos) de avena. Se le llama leche porque tiene un color blanquecino que recuerda al de la leche de vaca.
Hay muchas marcas comerciales que la venden, pero es muy sencillo hacerla en casa.
Puedes utilizarla como sustituto de la leche para beberla directamente o para cocinar salsas o bechamel. Puedes leer y ver en vídeo como hacemos nuestra receta de leche de avena.
Se utiliza para esta infusión o decocción la avena verde.
Ponemos a hervir de 300 a 450 ml. de agua.
Cuando esté en ebullición añadimos una cucharada sopera de avena verde, tapamos con una tapa y lo dejamos cocer a fuego lento durante 20 minutos.
Pasado este tiempo, lo colamos y añadimos un poco más de agua. Tomaremos 2 ó 3 tazas a lo largo del día.
Para preparar una tintura madre puedes echar un vistazo a nuestro artículo de cómo hacer tinturas de plantas medicinales.
Puedes tomar 40 gotas del resultado, 3 veces al día. Se preparará la tintura a partir de la avena fresca en flor.
En el mercado puedes encontrar diferentes formas de tomarla, incluso mezclada con otras plantas medicinales. Comprimidos, cápsulas y extractos no son malos siempre que tengas confianza en la composición y el origen de las plantas que los componen.
No se conocen efectos tóxicos o secundarios. Las mujeres embarazadas y durante la lactancia pueden tomarla.
Hoy en día, puedes comprar copos de avena en la mayoría de los supermercados. Si no te apetece hacerla en casa hay marcas comerciales que venden leche de avena en brik. También hay una gran variedad de mueslis que la incorporan a sus ingredientes.
Si lo que quieres es tomarla en forma de comprimidos puedes comprarlos en cualquier herboristería o comprarlos más rápido a través de Internet.
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Necesito conocer el procedimiento de la elaboracion del extracto -
Soy agricultor que produzco amaranto - chia - quinoa y Yacon en Salta Investigo las propiedades de este grano y deseo elaborar el producto .-
mi correo : sandovaltatacoop@yahoo.com.ar
i tel.- 0387 __ 4993571 cel 155- 333321
Atte saludo Dalmacio Sandoval