El agua de florida

Es curioso como son las cosas algunas veces, durante años he estado trabajando en un herbolario donde se vendía «Agua de florida«, pero sin embargo, nunca puse mi interés en ella.

Justo hace un año, en el festival de «Tierra de Lunas», conocí a Lucía Cervera, una gran artesana (que os recomiendo que conozcáis, aquí os dejo su cuenta de instagram).

Ella hace mil cosas y una de ellas es su propia agua de florida. Lucía, me descubrió tanto su lindo aroma, como sus propiedades y decidí que el agua de florida iba a ser una receta importante en mi recetario casero 🙂

Llevaba mucho tiempo queriendo hablaros de ella y por fin he sacado un poco de tiempo, pero antes, mil gracias Lucía por compartir con todos nosotros la receta 🙂

Un poco de historia

Ya os he hablado otras veces del Agua de la reina de Hungría. Pues la historia del agua de Florida, también es curiosa.

El agua de Florida, se comenzó a fabricar en 1808 gracias a un perfumista en Nueva York, fue una adaptación del Agua de Colonia. Se llamó así por la fuente de la juventud, que se creía que estaba en Florida (EEUU).

Su uso se extendió por toda América y se comenzó a usar por sus diferentes propiedades y usos, especialmente en rituales chamánicos y limpiezas energéticas.

En la actualidad se sigue comercializando como agua de colonia.

La receta en vídeo

Los ingredientes

• 1 limón, su corteza.
• 1 naranja, su corteza.
• 1 pomelo, su corteza.
• 1 canela en rama.
• 5 clavos de olor.
• 70 gr de romero seco.
• 70 gr de lavanda seca.
• Un poco de hierbabuena, mejor fresca.
• 500 ml. de agua destilada.
• 500 ml. de alcohol de 96 ºc inodoro.
• 4 gotas de aceite esencial de mirra.
• 4 gotas de aceite esencial de sándalo.
• Una cucharadita de glicerina vegetal.
• Unas gotas de extracto de ruda (opcional).

Un dato importante:

Podemos usar alcohol de farmacia de 96 º, pero suele llevar más cosas que alcohol, así que lo ideal es usar un alcohol natural puro de 96º (obtenido por doble destilación de trigo).

Este es un enlace para una tienda para conseguir este tipo de alcohol.

Este último, es el mejor para elaborar tinturas alcohólicas y perfumes, pero siempre que sean para uso externo.

Si no tenemos, entonces podemos usar una bebida alcohólica como el vodka.

Elaboración

1. Pela el limón, la naranja y el pomelo. Intenta quitarle los menos posible de la parte blanca del interior.
2. Corta con un cuchillo la cáscara en pedacitos.
3. Échalos en un envase de cristal, previamente esterilizado, de boca ancha.
4. Ahora parte la ramita de canela, echa al envase y echa los cuatro clavos de olor.
5. Con cuidado, echa el romero y la lavanda, que sea más o menos la misma cantidad. Y la hierbabuena, pícala un poco si quieres.
6. Echa el alcohol y el agua destilada. Remueve con la punta de un cuchillo. Debe quedar el líquido por encima de la planta. Si no es así, incorpora más disolvente (alcohol y agua destilada) a la mezcla.
7. Deja macerar cuarenta días y cuarenta noches, en un lugar seco y oscuro. Agita todos los días o al menos varios días en semana.
8. Pasado este tiempo, filtra la mezcla.
9. En una cucharadita de glicerina vegetal echa las gotas de aceite esencial de mirra y sándalo, remueve e incorpora a la mezcla.
10. Si tienes, puedes añadir unas gotas de extracto de ruda.
11. Cierra el envase agita bien y deja que repose un día, así el aroma coge más cuerpo por los aceites esenciales.

¿Como usarlo?

Lo podemos usar como colonia, como perfume para la casa o la ropa…. también para cuando nos notemos con mucha tensión emocional y física.

Os animo a que la hagáis y la uséis, así podéis investigar de primera mano todos sus usos 🙂

Y si te has quedado con ganas de más, te recomiendo que leas mi artículo sobre el «agua de la reina de Hungría», para verlo, pincha aquí.