Somos mucha gente los que sufrimos de dolor de espalda, lo cual mucho tiene que ver con posturas que adoptamos.
Nos dicen siempre que hacer ejercicio es una muy buena forma de corregir nuestra postura, pero también hay otras maneras muy sencillas de tomar conciencia de nuestro cuerpo.
Así mejoraremos nuestro equilibrio corporal.
Contrariamente a lo que se cree, conviene estar más tiempo de pie que sentado en una silla porque así la carga sobre la columna es menor.
Aunque cambiar los hábitos corporales puede ser complicado, ser conscientes de la postura correcta permite introducir las modificaciones necesarias en cuanto se empiece a adoptar la postura viciada habitual.
Consejos para hacerlo bien
Sacar el pecho. El esternón, que es el hueso al que se unen las costillas, se debe llevar un poco hacia adelante y hacia arriba. Una respiración profunda facilitará el gesto: siente cómo los pulmones se llenan.
No dejar caer los hombros. Hay que mantenerlos en su posición, sin dejar que vayan hacia debajo o hacia adelante y procurar que uno no esté más alto que el otro.
Evitar el arqueo excesivo de la columna lumbar. Bastará hacer el gesto de llevar el trasero hacia adelante, lo que implica una basculación de la pelvis, al tiempo el vientre se meterá espontáneamente hacia dentro y las rodillas se flexionarán muy ligeramente.
Mantener la cabeza sobre los hombros, ni demasiado hacia adelante ni demasiado hacia atrás. La parte alta de la cabeza debe alcanzar la mayor altura posible. Es importante que la nuca quede estirada.
Repartir el peso del cuerpo de forma uniforme; no debe recaer sobre ninguna zona especial del pie (talones, dedos y costados). Los pies deben situarse en la vertical dibujada por las caderas y los hombros, y estar girados ligeramente hacia afuera.
Los brazos deben caer libremente, sin rigideces.
Un ejercicio muy útil
Una vez conseguida una posición de pie satisfactoria, puede practicarse este ejercicio para perfeccionarla:
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Intenta balancearte ligeramente, varias veces, desde la punta de los pies hasta el talón, mirando hacia el horizonte.
- Después ánclate en una posición firme, intenta no exagerar la curva lumbar, mantén el pecho hacia afuera y no adelantes ni atrases los hombros.