Crema de avena para el desayuno.

La crema Budwig debe su nombre a Yohanna Budwing creadora de esta receta, la cual fue amiga de la conocida doctora Catherine Kousmine que fue quien la dio a conocer gracias a su dieta Kousmine para enfermedades degenerativas.

Como ya sabéis la avena es uno de los cereales más completos que nos ofrece la madre tierra, la podemos usar como alimento medicinal con total tranquilidad. Nos ayuda a eliminar el estreñimiento, reduce el colesterol, nos da más energía, cuida nuestro sistema nervioso y con ello disminuye el estrés , calma la mente, combate el insomnio y aumenta la libido.

Esta crema de avena es muy completa y es estupenda para tomarla en el desayuno.

Ingredientes

• 2 cucharaditas de granos de avena finamente molido (si puede ser molido en el momento).
• 1/2 yogur natural o 4 cucharadas de queso blanco magro ej. requesón o quark desnatado.
• 2 cucharadas de aceite de lino, germen de trigo, cártamo o girasol.
• 1/2 plátano maduro.
• Zumo de 1/2 limón o naranja.
• 50 gr. de frutas maduras del tiempo ej. fresas, manzana, peras, etc.
• 1 cucharadita de semillas (ej. lino, sésamo, girasol o calabaza) o frutos secos (nueces, avellanas, almendras) finamente molidos.
• 1 cucharada de miel (opcional, según el gusto de cada uno).

Es importante moler tanto la avena como las semillas o los frutos secos justo antes de hacer la crema para así poder beneficiarnos de las hormonas vegetales del crecimiento (auxinas) las cuales se pierden muy rápidamente.

Elaboración

Mezclamos el yogur o queso con el aceite y lo batimos bien con el tenedor hasta que adquiera una consistencia uniforme, incorporamos el plátano triturado, el zumo y la avena recién molida. Mezclamos todo bien. Añadimos las semillas bien molidas. Si lo deseamos le añadimos la miel para endulzar. Por último adornamos la crema con las frutas del tiempo.

Variaciones y consejos

Es recomendable variar cada día en la receta las frutas y semillas escogidas, así no nos aburrimos.

Esta crema se puede también elaborar con mijo, cebada y trigo sarraceno o alforfón, eso si, sin mezclar las harinas entre ellas, solo usamos un tipo.

Hay una versión especial para estudiantes que están con los exámenes o personas en situación de mucho estrés, a la receta anterior le añadiremos: 1 cucharadita de semillas de lino, 1 cucharadita de otra de sésamo, una pizca de germen de trigo y otra de lecitina de soja. Si lo deseamos podemos añadir unas cuantas nueces picadas.