El artículo de hoy, es un especial para mi, pues no la escribo yo, lo ha escrito Mikel García Iturrioz. El mundo de la medicina natural es muy grande y diverso, para mí, Mikel es uno de los referente. Así que comprenderéis que estoy encantada de que haya escrito este estupendo post para Trucos naturales. Además, nos trae una receta para aliviar el dolor articular que solo necesita dos ingredientes, ¡una maravilla!
Mikel García Iturrioz, es un gran divulgador y un gran profesional (experto en Nutrición Ortomolecular), os recomiendo que conozcáis su trabajo. En estos momentos es el Director Técnico de Misohi Nutrición.
Os dejo con su artículo, espero que le saquéis el máximo provecho.
La primera vez que oí hablar de cómo preparar una crema casera de vitamina C fue a un médico colombiano de Medicina Biológica que me explicó cómo indicaba a sus pacientes que mezclaran el polvo de vitamina C en un poco de yogur y aplicaran la mezcla sobre las articulaciones doloridas.
La deficiencia de esta vitamina se asocia fundamentalmente con la disminución de la síntesis de procolágeno y una reducida hidroxilación de la prolina y la lisina; esto origina que las moléculas de colágeno sean menos estables a la temperatura corporal. En definitiva, la deficiencia de esta vitamina se vincula a la falta de un tejido conectivo saludable.
Varios estudios han demostrado que la vitamina C, al igual que la vitamina E, protege y aumenta la formación del cartílago (actuando como condroprotector). La investigación ha confirmado la importancia -de hecho es una necesidad- de tener una cantidad alta de vitamina C en las células del cartílago.
Los resultados de los estudios indican que los consumidores de vitamina C son menos propensos a desarrollar artrosis de rodilla y los suplementos de vitamina C pueden ser beneficiosos en la prevención de la artrosis de rodilla.
Por otra parte, se ha demostrado que la suplementación con dosis elevadas de vitamina C reduce el dolor (efecto analgésico), aunque aún no se ha descubierto el mecanismo de acción por el que se logra este efecto beneficioso.
El interés por la vitamina C como ingrediente en cosmética se debe a su acción antioxidante, ayudando a combatir el fotoenvejecimiento prematuro de la piel. Además, actúa como agente anti-inflamatorio. Cabe añadir que el ácido ascórbico estimula la síntesis de colágeno saludable y reduce la pigmentación oscura de la piel (por ejemplo, las manchas de la edad).
En nuestro caso la aplicación tópica de la vitamina C tiene como función apoyar la salud de la articulaciones, apoyando el colágeno, actuando como antioxidante, antiinflamatorio y analgésico.
Hay dos formas que se utilizan habitualmente en cosmética:
La vitamina C en cápsulas dura más tiempo que el formato en polvo, ya que cada dosis está protegida en su cápsula del oxígeno del aire, y además resulta un formato cómodo para algunas personas ya que abres y viertes directamente el contenido de la cápsula. Por ejemplo, una cápsula de vitamina C 500 por cada 15-20 gramos de serum, crema o loción. Ahora bien, tiene un importante inconveniente, económicamente las cápsulas son más costosas.
En mi opinión la mejor opción, especialmente si necesitas un uso continuado, es la forma en polvo. Es más económica y la mayoría de los envases traen una cucharilla dosificadora que te facilitará la correcta dosis. Eso sí, debes cerrar correctamente el envase y tener en cuenta que deberás consumirlo antes de que trascurran 2 meses tras su apertura.
Recuerda que no todas las marcas son iguales, no todas tienen el mismo proceso de extracción ni todas tienen la misma calidad.
La vitamina C se usa en un rango del 1% al 30%, según el cosmético o la terapia a realizar. En peelings de vitamina C se usan los rangos mayores y en serums o cremas, más bajas, sobre todo si se usa vitamina C ácida (ácido ascórbico).
En nuestro caso vamos a emplear el yogur natural SIN desnatar como base. Las razones para escogerlo como base son varias: aporta una base en la que se disuelve bien el ácido ascórbico y tiene un componente graso que ayudará en la absorción a través de la piel, posee un pH 4-5 que resulta muy adecuado para la estabilidad del ácido ascórbico y, además, es un ingrediente económico y muy fácil de encontrar.
Os recomiendo ir ajustando vosotros mismos la proporción más adecuada. Personalmente empleo 1 cucharilla dosificadora (o aprox. 500 mg de vitamina C) por cada cucharilla de postre de yogur. La cantidad de yogur que empleo depende de la zona a tratar.
Por ejemplo, para una rodilla: con una cucharilla de yogur sería suficiente. La mezcla se debe realizar justo antes de la aplicación y se desecha la cantidad que sobre.
Puedes aplicar la crema de vitamina C sobre articulaciones doloridas y/o músculos sobrecargados tras esfuerzo deportivo.
Mezclar y aplicar inmediatamente sobre la articulación, dejando actuar varias horas. Mi recomendación es dejarlo durante toda la noche y al día siguiente lavar la zona para eliminar los residuos que queden.
Ten en cuenta que si lo aplicas sobre amplias superficies de piel, tenderá a adherirse a la ropa de cama y puede resultar incómodo.
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