Actualmente consumimos mucha cantidad diaria de leche procedente de la vaca como tal, en forma de derivados e incorporada en alimentos como embutidos, bollerías, postres, algunos panes, chocolates, salsas etc. Debemos saber que toda esta cantidad de leche ingerida nuestro aparato digestivo no está preparado.
La leche materna constituye para la madre un alimento predigerido par el aparato digestivo del niño y se adapta a las necesidades de éste.
La leche humana contiene menos proteínas y bastante más lactosa (azúcar de la leche), pero aún así veamos más detenidamente.
Proteína |
Grasa |
Hidrato de Carbono |
|
Leche de vaca 100g |
3,2g |
3,9g |
4,6g |
Leche humana 100g |
1g |
4g |
7,3g |
La leche humana contiene más del 7% de lactosa, es la concentración más elevada de este azúcar en los mamíferos.
En cuanto a grasas es rico en ácido linoléico (8 veces mayor que la de vaca) y linolénico. Y contiene un ácido graso exclusivo llamado Gammalinolénico (GLA) indispensable para el desarrollo del Sistema Nervioso Central del niño.
En cuanto a proteínas es tres veces menor que la de vaca, pero aún así en la leche materna hay mayor concentración de inmunoglobulinas (anticuerpos) especialmente la IgA que ayuda a la protección de la mucosa intestinal. Esto es así, por el crecimiento del ternero es mayor.
En cuanto a minerales la leche humana tiene tres veces menos cantidad de Sodio y Calcio y cinco veces menos de Fósforo, 35 veces menos de Magnesio y 100 veces menos de Manganeso que la leche de vaca, mientras que el Hierro y el Zinc son muy parecidos. Esto es así, porque los huesos del ternero son más grandes.
En cuanto vitaminas la leche materna contiene vitamina A, D, E y K (liposolubles) y grupo B y C (hidrosolubles). La cantidad de vitaminas depende mucho de la alimentación de la madre aunque por ejemplo la vitamina C contiene 5 veces más que la leche de vaca.
Viendo todas estas diferencias, podemos ver que la leche de vaca no es un alimento que cubre las necesidades del hombre, pero sí el del ternero, por ello el consumo de este alimento ha de ser moderado. Aún sabiendo que no cubre las necesidades del bebé, un consumo moderado y una leche de calidad al día no tiene por qué sentarle mal.
En adultos se aconseja solo ingerirlo como derivado lácteo; yogur, queso, cuajada, en cantidades moderadas ya que su digestión es más fácil.
Según Felicity Lawrence dice que la leche materna expone a los bebés a estímulos sensoriales, ya que incorpora sabores de todo lo que la madre ha estado comiendo y hará que los niños más adelante prueben más variedad de alimentos.
También recalca que el tratamiento de la leche en cuanto a calor destruye constituyentes como “lactasa”, enzima que ayuda a digerir la lactosa. Muchos nutricionistas creen que esto puede ser la causa de este aumento de alergias a los lácteos.
Existe un factor que tampoco se tiene en cuenta y es que actualmente las vacas están muy explotadas y la calidad nutricional de la leche no es la misma y que son alimentadas con piensos, soja, maíz… pobres en Omega 3.