La maternidad es un gran mundo de descubrimientos, hay tantas lecciones por aprender que cada día me sorprendo.
Dentro de este hermoso mundo he comprobado recientemente lo útiles que son los discos de lactancia. Debemos saber que la lactancia es muy importante tanto para nuestro bebé como para nosotras, no solo protege al bebé de padecer cáncer sino que amamantar reduce el riesgo de padecer cáncer de mama (lactancia superior a 6 meses).
Durante mi embarazo me puse a buscar diferentes tipos de discos de lactancia y pensé que debía usar lavables (vosotros conocéis mi faceta ecologista por ello comencé a usar compresas lavables y la copa menstrual) ya que estaba decidida a dar el pecho todo el tiempo que pueda, al menos 6 meses. Tengo que decir que por fin se le está dando la importancia que tiene la lactancia materna, incluso en los hospitales públicos te animan a que des el pecho e incluso te ayudan dándote a conocer posturas y trucos 🙂
Hay diferentes tipos pero podemos dividirlos en dos grandes grupos: «los comerciales» que suelen ser de algodón y «los artesanos o hechos a mano» que como bien dice su nombre se hacen a mano y según el gusto del comprador.
Yo por lo que he visto y probado recomiendo los discos de lactancia hechos a mano: son cómodos, muy absorbentes, se secan muy rápido, protegen toda la aureola, ayudamos a un pequeño artesano y además podemos usarlo mas adelante si tenemos dolor de pecho.