La mayoría de las personas están muchas horas frente a un ordenador trabajando o por ocio o con la vista fija en el móvil, la tablet, la televisión o la consola. Además quienes vivimos en ciudad tenemos el añadido de que no tenemos demasiados espacios abiertos para que nuestros ojos usen y tonifiquen los músculos para la visión a larga distancia.
La visión humana, concebida para ver en espacios abiertos, se ve obligada a adaptarse a distancias cortas y esto al final provoca fatiga y estrés visual.
Para evitar el sobreesfuerzo ocular y que los ojos trabajen de la forma más cómoda posible, la concentración ocular cercana no debería prolongarse más de 30 minutos seguidos, por lo que conviene hacer una pausa de 5 minutos cada media hora.
Cambio de foco. Busca un punto cercano, como la uña de tu dedo con el brazo extendido delante de ti. Fija la mirada unos segundos, después mira a lo lejos a otro punto fijo lejano y vuelve a enfocar, tras otros segundos, el primer punto. Se hace el ejercicio durante unos 2 minutos.
Seguimiento. Tápate un ojo y sostén una cartulina con la otra mano. Muévela a derecha, izquierda, arriba y abajo, sin perderla de vista, durante 1 minuto y medio. Repítelo con el otro ojo. Se puede hacer también con los ojos descubiertos.
Palmeo. El ejercicio se hace sin lentillas. Nos cubrimos los ojos con las manos formando una especie de cuenco sobre ellos. Hay que concentrarse en ver negro, respirando profundamente. Se aguanta en esta posición durante unos 5 minutos.
Agudeza visual. Este ejercicio está especialmente recomendado para las personas miopes. Coloca un calendario o similar colgado en la pared y aléjate todo lo que puedas de él, siempre que puedas verlo bien. Cierra los ojos e imagina el calendario lo más nítidamente posible. Abre los ojos y permite que se enfoque, completa o parcialmente. Concéntrate en las partes que veas con mayor claridad. Finalmente, cierra los párpados con fuerza y ábrelos de golpe, manteniendo los ojos muy abiertos durante unos segundos.
Visión periférica. Se fija la visión en un objeto lejano al que nos iremos acercando, manteniendo al mismo tiempo la visión lateral, superior e inferior.
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