A lo largo de la vida por el sistema digestivo pasan setenta toneladas de alimentos y cien toneladas de líquidos y nuestro aparato digestivo, procesa, analiza, absorbe toda esta cantidad, por eso debemos de cuidarle y mimarle, porque si no nos manda señales a través de alteraciones y molestias.
El sistema digestivo tiene una red de neuronas que se encuentra en las capas musculares que las recubre. Se ha comprobado que la estructura de las neuronas digestivas son igual a las cerebrales y también tienen la capacidad de liberar neurotransmisores, hormonas y moléculas.
Este segundo cerebro es el Sistema Nervioso Entérico (es decir, del intestino), de hecho hay una nueva ciencia en expansión llama Neurogastroenterología, que se basa en el estudio de trastornos psicosomáticos expresado a nivel gastrointestinal.
Existe una gran cifra de neuronas que se encuentran en el intestino delgado, aproximadamente 100 millones y se encuentra la mayor formación de neurotransmisores como acetilcolina, dopamina y serotonina. En estos neurotransmisores una de las funciones principales es regular nuestro estado de ánimo, bienestar psicológico, apetito, sueño, etc.
Pero, ¿Qué hacen neurotransmisores que son iguales a los del Sistema Nervioso Central en el intestino?
Los estudios que se realizan apuntan a que hay una comunicación recíproca entre el cerebro y el Sistema Nervioso Entérico.
¿Cuándo no hemos experimentado un cosquilleo en las tripas, o un vacío, o un nudo en el estómago, episodios de diarreas y vómitos sin causa aparente? Es una manera de que este cerebro recién descubierto nos hable.
No podemos controlar con nuestra mente las funciones digestivas, pero las emociones influyen;
- Pues ante miedo o terror o después de un trauma puede aparecer vómitos, diarreas, corte de digestión, etc.
- Ante soledad, baja autoestima pueden provocar falta de apetito, digestión lenta, ansiedad, comer sin control, etc.
O:
- Una diarrea activa la irritabilidad, cansancio, mal humor, etc.
- Un estreñimiento genera desánimo, baja lívido y reducción de otras actividades.
- Malestares digestivos pueden crear insomnio con un sueño REM anormal.
¡Conozcamos mejor nuestro aparato digestivo!