El envejecimiento y los suplementos.

Desde siempre se ha anhelado la longevidad y aquellos/as que llegaban a edades avanzadas eran respetados. Las leyendas siempre mencionan brebajes y elixires de eterna juventud y muchos personajes han buscado la eterna juventud.

El estudio continuo para evitar que las células envejezcan sigue y seguirá siendo uno de los temas principales en la medicina.

Pero un grupo de médicos norteamericanos han enumerado varias reglas que ayudan a esa longevidad:

Dormir mucho.
Realizar ejercicio moderado.
Masticar lentamente.
Alimentación equilibrada.
Beber agua.
Trabajar en algo que te guste.
Tomarse vacaciones.
Tener hobbies.
Tener unas buenas amistades.
Aceptar responsabilidades.

Por ello, no debemos obsesionarnos si envejecemos, pues es un proceso natural, pero sí debemos centrarnos en qué estado llegamos cuando envejecemos.

La edad no es una enfermedad y por ello no requiere ninguna cura pero sí que existen alteraciones o enfermedades vinculadas a la edad avanzada como disminución de las defensas, disminución de secreción de las hormonas y enzimas, pérdida de elasticidad y dificultad en cicatrización.

Existen muchos casos en personas mayores que no comen bien por no tener ganas de cocinar, por falta de economía, por no tener los dientes bien, por no absorber bien los nutrientes, por la cantidad de medicamentos que ingieren, etc.

En cuanto a los principios inmediatos que toman:

Las proteínas: suelen ser insuficientes, ya que la proteína animal es cara, los huevos tienen una mala fama y el pescado no suele gustar a todo el mundo y las proteínas vegetales derivadas especialmente de las legumbres no las cocinan tanto por pereza.

Lípidos: no se utilizan correctamente y tienen una deficiencia del consumo de fibra conduciendo a problemas de estreñimientos, la mayoría tratados con laxantes.

¿Con que suplementación podríamos ayudar?

• Vitamina C con bioflavonoides para enlentecer el envejecimiento celular y mejorar la circulación de venas y capilares.
• Vitaminas del grupo B en caso de anemias, fatiga, depresión, etc.
• Vitamina A/carotenos, para mejorar las defensas y alteraciones de las mucosas y de la vista. La mejor opción sería el betacaroteno ya que el hígado sufre menos y además porque estas personas consumen muchos medicamentos que ya sobrecargan el hígado.
• Vitamina D para mejorar el equilibrio óseo y la debilidad. Suelen tener falta de ellos porque sobre todo en meses de invierno no salen prácticamente de casa y no transforman el ergocolesterol en vitamina D.
• Antioxidantes como Azufre, Q10, vitamina E, Selenio, etc. Para mejorar la función celular y por ello un mejor funcionamiento de los órganos ya que se van debilitando.
• Cinc, ya que mejora el equilibrio de hormonas, sistema inmunológico, cicatrización, próstata y disminución de conjuntivis repetidas.

El aporte y equilibrio de Magnesio y Calcio (minerales que han estar en consonancia) suelen ser necesarios, pero habría que asegurarse, porque existen muchas hipercalcemias en sangre y el Calcio no se encuentra en el hueso.

Aún así, sería interesante hacer pruebas analíticas completas para ver todos los niveles.