La verdad sobre el pan.

He pensado hablar del pan especialmente, ya que es un alimento muy consumido diariamente y quería mostraros todo aquello que lleva…. Lo he sacado de un artículo de una revista que me pareció muy interesante.

Cuando comemos pan (baguette, pan molde, barras, etc.) de gasolineras, supermercados, ultramarinos contienen muchas menos propiedades nutritivas proteínas, hidratos de carbono, minerales, vitamina, fibra…

La mayoría se hacen con levadura industrial refinada, blanqueantes (dióxido de cloro, propilenglicol, propionato de calcio), antibacteriano y fungicida (aluminio, bromato de potasio, cloruro de Amonio…) emulgentes, conservantes, potenciadores del sabor… por eso al poco rato está duro y resulta indigerible.

Un poco de historia

A partir del siglo XIX se decidió fabricar el pan de forma masiva y para ello debía ser un pan que se almacenase y se transportase grandes distancias y por ello comenzaron solo a utilizar harina refinada con un aporte mucho menor de vitaminas, minerales, ácidos grasos y fibra y así evitar el enranciamiento.

Para ahorrar tiempo se utilizó levadura industrial, procedente de cultivos que contienen sulfatos y polifosfatos además de añadir lo ya comentado. Son aditivos que se consumen en grandes cantidades ya que también se encuentran en croissants, magdalenas, picos, galletas, bollos, pasteles, tartas…

Un problema real

Existe un problema hoy en día y es que no podemos saber la composición de las barras, baguettes, chapatas, etc.

Se ha comprobado que todos estos añadidos aumentan el número de personas con patologías digestivas (dispepsias, malas digestiones, inflamación, hinchazón, reflujo, malas absorciones…). Se ha observado que al estar tan adulterado nuestro sistema inmune crea anticuerpos ante estos añadidos.

Debemos ser conscientes que estamos consumiendo un pan desnaturalizado pues no tiene el cereal completo, ni la levadura natural, ni es capaz de estropearse solo de ponerse duro.

Una curiosidad

Después de numerosas investigaciones y estudios se ha comprobado que pueden llevar:

Conservantes:

• E-226 (Sulfato Cálcico);E-227 (sulfito ácido de Calcio);E-228 (sulfito ácido de Potasio), los cuales pueden provocar asma e irritan el tubo digestivo.
• E-236 (Ácido fórmico), prohibido en varios países por ser tóxico.

Antioxidantes:

• E-320 (butilhidroxianisol) sustancia sintética procedente del petróleo que puede provocar hiperactividad, asma, insomnio, etc.
• E-321 (butilhidroxitolueno) también es de origen petrolífero y produce reacciones cutáneas y alteraciones del aparato reproductor.

Regulador de acidez:

E-341 (Ortofosfato de Calcio), provoca problemas digestivos.

Estabilizadores:

• E-450 (difosfato disódico), asociado a problemas digestivos y mala absorción de minerales.
• E-516 (Sulfato de Calcio), puede provocar obstrucción intestinal.
• E-541 (Fosfato de Sodio y Aluminio), es neurotóxico, irrita mucosas y provoca reacciones cutáneas.

Emulsionante:

• E-441 (mono y diglicéridos de ácidos grasos), provoca mala asimilación de ácidos grasos y afecta a hígado, riñones, testículos y útero.
• E-510 (Cloruro de Amonio), puede provocar náuseas y vómitos.

Estos efectos adversos que se han comprobado la mayoría aparecen cuando la cantidad ingerida de estos aditivos es grande, pero ¿cuánto consumimos de galletas, crackers, picos, pasteles, tartas, bollería industrial, barra de pan, pan de molde, etc.?