Desde hace un mes, toda mi familia incluida yo, estamos siendo parte de una espiral enfermiza, gracias a los virus y bacterias que nos trae mi hija mayor del cole. Como no ha ido a la guarde, ahora esta cogiendo todos esos «amistosos microorganismos» que al final terminan fastidiando a toda la familia.
Esta semana hemos conocido a un nuevo amigo, la enfermedad de manos, pies y boca. Y más de uno pensaréis, ¿pero que es eso? pues si, yo hasta hace dos años no había escuchado hablar de esta enfermedad, pero si existe y es bastante molesta, la verdad.
Mi hija empezó hace una semana con mucha fiebre, sin síntoma previo, le salieron unas llaguitas en la boca pero pensé que era de la fiebre y luego vi que le salieron unos granos en su muñeca, creí que era dermatitis, pero no, estaba equivocada era la enfermedad de manos, pies y boca. Y como el saber no ocupa lugar, quiero hablaros de ella y como intentar prevenirla y mitigar las molestias de este virus.
Es una enfermedad producida por un entorovirus, exactamente por el tipo Coxsackie A16 o Enterovirus 71, aunque lo parezca, no hay que confundir con la varicela pues no son de la misma familia. Su duración suele ser de cinco a diez días, según el caso.
Se da sobre todo en niños pequeños, es muy típico en bebés que van a la guardería, aunque es habitual en niños menores de 10 años. Los adultos y adolescentes también pueden contraerlo, pero es bastante más raro.
Suele comenzar con síntomas de molestia general, garganta irritada, al cabo de poco tiempo empieza la fiebre, puede ser una fiebre alta de casi 40ºC.
Aparecen llagas en la boca, tanto en los labios como en la lengua, casi llegando a la garganta. Esto hace que los pequeños apenas coman durante estos días. Comienzan a aparecer un sarpullido tanto en manos como pies, también en codos y en el culete. Terminando como granitos que suelen ser como heridas.
Cada niño es diferente, pues algunos solo les aparece las llagas y otros más el sarpullido en manos y pies.
Por ejemplo, mi hija mayor casi no comió en tres días por las llagas de la boca y apenas tenía heridas en las muñecas y codos. Sin embargo, la pequeña tenía muchos granitos tanto en brazos, piernas y culete que me recordaban a la varicela.
Este virus se contagia por vía oral y fecal. Es bastante contagiosa. Por esto es importante tener unas buenas medidas de higiene toda la familia, aunque muchas veces es muy complicado, ya que al ser bebés y niños pequeños, se están tocando y chupando las manos y los juguetes constantemente.
En especial es muy importante, cuando son bebés que usan pañal, pues debemos lavarnos las manos después de cada cambio de pañal, tanto para prevenir como para frenar la propagación del virus.
Es importante que nuestros niños estén sanos y fuertes, gracias a una buena alimentación, pero aun así, hay veces que es casi imposible que no se contagien. Debemos pensar que todo esto es un «buen entrenamiento para sus defensas», pues así se harán más fuertes y se harán inmunes a estos virus, pues es parte del ciclo de nuestro bebé.
En este caso poco podemos hacer como padres, además de dar cariño y muchos cuidados, el sistema inmune debe hacer su trabajo y para eso usará la fiebre.
En estos casos lo que suelen recomendar los pediatras es el uso de paracetamol, para aliviar las molestias, pues es bastante doloroso y muy molesto y también como antipirético (bajar la fiebre) pues son fiebres altas y hay veces que los padres nos asustamos bastante. Debemos tener en cuenta que no se necesita antibióticos, ya que es un virus.
Para las llaguitas, se suele recomendar un gel a base de ácido hialurónico, que además de calmar el dolor ayuda a cicatrizar las llagas más rápido. Otros geles además pueden llevar lidocaina o bezocaina, compuestos que suelen estar presentes en los geles para el dolor del nacimiento de los dientes especiales para bebés.
Las comidas que le demos deben ser «comidas blanditas» en plan purés, cremas, yogur, comidas que no le irriten más la boca y las pueda tragar bien. Por lo general deben estar templadas, aunque he visto que en algunos casos los alimentos fríos también alivian. No le des frutas y verduras ácidas.
Y lo más importante, el pequeño debe estar bien hidratado, un truco: si tiene llagas puedes darle agua con una pajita, aunque le genere gases, seguro que le gusta y así se la beberá mejor.
Mi opción natural es aplicar gel de aloe vera bio en las llagas, pero es muy importante que sea de calidad y apto para el uso interno, no todos los geles valen. Solo hay que aplicarlo donde tenga la herida y no debemos abusar de su uso.
Para el dolor de la garganta y boca podemos hacer una tisana de malva, pues esto les suavizará la mucosa irritada de forma suave.
Para la fiebre es más complicado, pues las plantas son más lentas que los fármacos comerciales por lo general, pero podéis probar con esta tisana para bajar la fiebre, eso si, la dosis es menos de la mitad que la dosis de un adulto, dependerá del peso.
Y sin olvidar, un truco sencillo y eficaz, darle un bañito para bajarle la temperatura. Para que tengáis más información, aquí os dejo algunas recomendaciones para cuando hay fiebre, para ver el artículo pincha aquí.
Siempre viene bien ayudar un poquito a las defensas con un jarabe de equinácea o una jalea real, esto hará que se recupere antes. Os recomiendo este estupendo jarabe de equinácea y jengibre, para ver la receta pincha aquí.
Por mi experiencia, hay veces que el peque por el dolor de boca y de garganta no va a querer tomar nada de nada y esto dificulta que le podamos ayudar con estos preparados, así que no os desaniméis si veis que no quiere tomar vuestros preparados, es normal.
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