Dentro de una alimentación equilibrada es muy importante consumir alimentos de temporada. ¿Por qué? Porque contienen más nutrientes, sabor y además son más económicos.
Después de una variedad de frutas en verano, comienza el otoño, pero no por ello con menos frutas, pues estas frutas de otoño son más calóricas para superar el invierno y tener una adecuada temperatura corporal y con principios para combatir y prevenir los resfriados.
El higo es una fruta dulce que ya aparece al final del verano, además como se estropean fácilmente solo se consumen durante esta época del año. Son muy energéticos y ayudan a combatir la astenia otoñal. Además son ricos en calcio e hierro.
Se cuece para consumirla, principalmente se utiliza para mermelada, compota y el famoso dulce de membrillo. Como siempre se consume así nos da la sensación de que esta fruta es muy calórica, pero no es así, solo que al cocerla y añadirle azúcares la cosa cambia.
Es muy rica en antioxidantes (de ahí el conocido resveratrol), en taninos para protegernos de heridas y la propia célula y en azúcares. Y tiene una gran actividad desintoxicante, por eso se recomienda en muchas limpiezas del organismo.
Es una fruta tropical, que destaca por su contenido en Potasio y en vitamina A y C.
Es de sabor agridulce, muy rica en antioxidantes y en el nuevo omega 5 descubierto, además tiene gran poder estimulante del deseo sexual, por eso se le conoce como la viagra natural.
La manzana es una de las frutas más conocidas y consumidas, su mejor época es en otoño. Es la fruta más baja en calorías, además contiene una fibra muy conocida llamada pectina la cual se encuentra en la piel y tiene una acción desintoxicante y mejoran el tránsito intestinal.
Aunque al igual que la manzana se pueden comprar en todo el año, su época es otoño, y es rica en potasio y vitamina C.
Es una fruta tropical muy rica en vitamina C.
Los frutos rojos son potentes antioxidantes, tienen efecto anti-inflamatorio, mejorar la circulación periférica y protegen las paredes de los capilares sanguíneos ayudando así a prevenir varices.
Tienen un alto contenido en vitamina C para reforzar defensas y gran cantidad de fibra, pero cuando lo consumimos en zumo esta fibra prácticamente desaparece.
Se nos olvida que las Aceitunas son un fruto que se recolecta también en Otoño, son ricas en grasas, son muy beneficiosas para el organismo, por eso sus consumo es moderado. Además de su grasa insaturada contiene vitaminas A, D, K y E, esta ultima tiene un gran poder antioxidante. Además ayuda al tránsito intestinal y al hígado y vesícula biliar. De la aceituna se extrae el famoso aceite de oliva.
Nos quedaría hablar de los frutos secos de otoño: la castaña, la nuez y la avellana, pero sobre estos frutos hablaremos en otro artículo de manera más extensa.
¿A que hay más frutas de las que pensábamos? Para que vayáis conociendo un poco más estas frutas de otoño, os propongo que probéis esta riquísima compota de manzana, arándanos y escaramujos, llena de sabor y de vitamina C, estupenda para prevenir resfriados y gripes.
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