Os he venido hablando en mis últimas entradas sobre tipos de deporte y la manera de elegir el que más nos beneficia y con el que más nos divertiríamos. Pero no hemos hablado del Aquagym o gimnasia en el agua.
Ahora que podemos ir a las piscinas, los ríos y las playas, quizá sea lo que más nos apetezca, porque bastan unos cuantos movimientos para estar tonificando nuestro cuerpo en este medio.
Incluso en invierno, cada vez son más personas, de todas las edades y condiciones, las que acuden a piscinas e instalaciones similares para realizar este tipo de ejercicio. Ya sabemos los beneficios que tiene de por sí sumergirse en el agua, sobre todo del mar. Si además hacemos este tipo de actividad conscientemente, estaremos haciendo mucho más por nuestra salud. Y recordad que también es recomendable moverse según lo que nos pida el cuerpo y el agua nos da mucho juego.
Beneficios de moverse en el agua
- Reducción de la carga articular. El agua empuja el cuerpo hacia arriba y eso compensa el peso del cuerpo de forma que dentro del agua es como si pesara menos. Cuando el agua nos llega por la cintura pesamos como un 50% menos. Cuando nos llega a la base del cuello, un 90% menos. Esto supone una descarga importante para las articulaciones: columna, caderas, rodillas, tobillos y pies. Por lo tanto, el ejercicio se realiza sin sobrecargas.
- Resistencia al movimiento. El agua se opone al movimiento. Esto hace que, sin sobrecargar las articulaciones, se realice un mayor esfuerzo muscular en el desarrollo de cada ejercicio y se aumente el trabajo realizado.
- Relajación muscular. Dentro del agua, por la descarga del peso y otros mecanismos de tipo neuromuscular, se produce de forma espontánea una relajación muscular que podríamos cuantificar en una disminución de un 20 o un 30% del tono muscular en comparación con la situación fuera del agua. Se benefician los músculos sobrecargados y contracturados.
- Además se da una mejora en la dinámica respiratoria y en la circulación.
Pautas generales
No existe una tabla de ejercicios que se considere mejor, puedes tener en cuenta estas pautas para crear la tuya. Aunque como os he dicho, muchas veces, y sobre todo en el medio acuático, es mejor dejarnos llevar porque el cuerpo sabe lo que necesita.
- Debería incluir la movilización de todas las articulaciones y de todos los grupos musculares.
- No debe ser muy larga, entre 30 y 40 minutos es más que suficiente. Si el agua está caliente basta con 20 ó 30 minutos.
- Es importante que cada movimiento que se realice se haga con la mayor parte posible del cuerpo dentro del agua y, muy especialmente, con las articulaciones implicadas en el movimiento dentro del agua.
- Antes de empezar, conviene estar en el agua 5 ó 10 minutos sin hacer gimnasia como período de adaptación de nuestra fisiología circulatoria y metabolismo al medio acuático.
- Al terminar la tabla programada, dedica 5 ó 10 minutos a realizar movimientos espontáneos, a relajarte flotando o jugando dentro del agua.
Algunos ejercicios entro del agua
- Caminar hacia adelante y hacia atrás.
- Caminar con puntas y talones.
- Caminar con los bordes internos y externos de los pies.
- Caminar elevando las rodillas y los talones.
- Correr lateralmente en ambos sentidos.
- Tijeras horizontales y verticales.
- Bicicleta hacia adelante y hacia atrás.
- Flexión de codos como si hiciéramos pesas para los bíceps.
- Rotación de muñecas.
- Flexión y extensión de los dedos de las manos.
- Flexiones de la columna lumbar. Con las piernas abiertas, se deja caer el tronco hacia un lado y luego hacia el otro.
- Basculación pélvica. Se mueve la pelvis hacia atrás y hacia adelante.
- Rotación de pelvis. Como si moviéramos un aro con la cintura.
- Rotación de hombros. Círculos con los hombros hacia atrás y hacia adelante.