Sabemos que nutrir la piel es fundamental y tenemos muchas recetas e ingredientes para ello, pero ¿qué función tiene la piel?
Es el órgano de mayor tamaño de nuestro cuerpo y más pesado de 3-3,5 kg, nos ayuda regular nuestra temperatura, reacciona con sensibilidad ante el contacto, nos avisa del peligro ante fuego o corte, elimina toxinas y desechos a través del sudor, produce pigmentos que nos protege de los rayos solares y es una barrera protectora ante virus y bacterias.
Está compuesta por un 70% de agua.
Su origen embriológico es el mismo que el del sistema nervioso y órganos de los sentidos, de ahí la profunda relación de vitalidad con nuestro ánimo y emociones.
Cada día la piel expulsa células muertas y al cabo de 28 días se ha renovado por completo, esto es muy importante porque sabemos que los tratamientos que hagamos sobre la piel han de ser mínimo de 28 días. Podemos llegar a perder 1,5g al día de células muertas.
La flora cutánea
Está formada por varias capas con un grosor diferente en distintas zonas del cuerpo (en los parpados 1mm y en las palmas de las manos 3mm) y en la superficie contiene microorganismos que se alimentan de materias orgánicas en descomposición, agua del sudor y nutrientes del sudor y sebo, luego se encuentran en mayor porcentaje en glándulas sebáceas o sudoríparas.
Al igual que en el caso del intestino es muy importante conservar esta flora cutánea ya que hace de competencia ante gérmenes patógenos.
Defensa y Alimentación de la piel
La piel desarrolla un manto ácido (producido por glándulas sebáceas y sudoríparas) que actúa de barrera protectora ante microbios, hongos y virus, y su pH no es igual en todo el organismo varía entre 5 y 5.5, por eso debemos saber que nos aplicamos en la piel ya que si alteramos el pH de este manto disminuimos las defensas de la piel y aumentando la absorción de aditivos, colorantes y conservantes de síntesis.
Pues la piel es semipermeable, es decir, permite que ciertas sustancias entren al cuerpo y retiene otras dependiendo del tamaño de las partículas y de la facilidad de disolverse en grasa, por ello, los aceites esenciales la traspasan muy bien, pero también derivados del petróleo, carburantes… Todo lo que absorbe la piel en cuanto a vitaminas, aceites naturales, restos de ceras, sales minerales, etc. Han de estar acompañados de sustancias vivas, por ello la importancia de que sean compuestos naturales y no sintéticos.
Cuántas veces hemos oído “la cara es el espejo del alma”, examinar la piel nos revela nuestro estado de salud, por ejemplo una piel seca nos muestra desequilibrios internos y de irrigación sanguínea, una piel mate y apagada nos indica una piel poco alimentada. Y al igual que refleja el estado físico también el de la mente.
Totalmente de acuerdo contigo, hay que cuidar la piel, y cuanto antes se empiece mejor. Un saludo y enhorabuena por tu blog, hay artículos muy interesantes!! 😉
Muchas gracias Chelo 🙂
Un abrazo.