La leche de almendras es una de las bebidas vegetales más conocidas y usadas. Tiene un sabor muy rico, un color que recuerda a la leche de vaca, es muy fácil de hacer y lo más importante: cuida de nuestra salud.
La leche de almendras nos aporta una cantidad enorme de nutrientes y energía, esencial para que nuestro organismo funcione correctamente. Además, al hacerse en frío, mantiene todas sus propiedades intactas.
Esta bebida es muy rica en proteínas vegetales, calcio, antioxidantes como la vitamina E y zinc y vitaminas de grupo B. Además, al ser un alimento muy energético, es estupendo para tomarlo en épocas de frío.
Es una leche vegetal ideal para embarazadas, durante la lactancia, personas que quieren mejorar su fertilidad y cuando hay colesterol alto.
Si quieres saber más sobre todas sus propiedades, os animo a que leáis nuestro artículo sobre las propiedades de la almendra.
Es muy importante que las almendras sean crudas, ni fritas, ni tostadas, así mantendrán todas sus propiedades.
Las podemos usar con o sin cáscara. Lo normal es usarlas tal cual, con cáscara. No os preocupéis por la cáscara porque no da mal sabor ni color, además después de filtrar se queda una bebida vegetal sin restos.
En mi caso uso la thermomix, porque es el robot de cocina que tengo, pero se puede usar perfectamente una batidora, o mejor aún, una Chufamix.
Si no tenéis una bolsa de bebidas vegetales o una tela o gasa fina, podéis usar un colador, pero debe ser muy finito para que no se cuele nada.
Al dejar en remojo las almendras, conseguimos que desaparezcan inhibidores enzimáticos que tienen de forma natural las semillas. Así conseguimos que sean más fácil de digerir por nuestro organismo y así podemos absorber mejor todas sus propiedades.
Además así quedan blandas y las podemos triturar mucho mejor.
Hay muchas opciones para mejorar la receta, todo depende de nuestro gusto.
Un ejemplo, hay personas que les gusta que la leche de almendras sea más espesa o más líquida. Esto se soluciona de una forma muy sencilla, añadiéndole más o menos agua.
A la receta básica le podemos añadir de todo: canela, vainilla, chocolate, algarroba, algún edulcorante (azúcar moreno, miel, sirope de ágave, azúcar de coco, etc.), dátiles, pasas, ciruelas, incluso especias como cardamomo, clavo… como si hiciéramos un “Té Chai”.
Echadle imaginación y probad, seguro que os encanta.
Por favor, no tiréis el residuo, me refiero a las almendras que hemos triturado y colado.
Con estas almendras podemos hacer varias recetas ricas y sanas como por ejemplo:
Como veis, hacer una estupenda bebida de almendras es muy fácil. Os recomiendo que os hagáis de forma casera las bebidas vegetales, lo agradecerá vuestra salud y también vuestro bolsillo.
Si queréis conocer más opciones, probar con la leche de avena, rica y super sana, aquí os dejo nuestro artículo sobre cómo hacer leche de avena.
Por mucho que lo intento, no puedo evitar rascarme cada vez que escucho la palabra…
Si pienso en cuando era pequeña, apenas recuerdo personas con canas o el cabello blanco.…
Hoy voy a hablar de la leche virginal. Quiero recordaros que hace unas semanas os…
Llevaba mucho tiempo pensando en hacerme un sérum especial para mí, para pieles delicadas y…
Llevaba tiempo queriendo hacer un spray para aliviar el dolor, pero no encontraba el momento.…
Llevo padeciendo del síndrome de Raynaud desde los veintiún años y, aunque llevaba tiempo con…
Este sitio usa cookies
Ver comentarios
A mí me fascina la leche de almendras, pero también he escuchado que no es recomendable para las personas que sufren de la tiroides; también he leído que tiene grandes concentraciones de azúcar, por lo cual no resulta muy beneficiosa para la salud.
Hola Alejandro.
Es cierto que la almendra tiene muchas calorías, como la mayoría de frutos secos, por ello no debemos de abusar de ellas.
Y si, si la persona subre de tiroides no se aconseja que la tome de manera habitual.
Un abrazo y gracias.
A mí me gusta la leche de almendras;además de todos los beneficios ya conocidos mi piel se mantiene hidratada y mis uñas y pelo lucen fuertes