El ácido glutámico es un aminoácido indispensable para el organismo y por ello lo consumimos de forma natural en alimentos proteicos. Como cualquier otro aminoácido interviene en funciones endocrinas y neurológicas. Y una de estas funciones es regular la sensación de apetito y saciedad. ¿Pero por qué tanta polémica?
El ácido glutámico ionizado es lo que denominamos Glutamato Monosódico que se utiliza como aditivo alimentario, potenciando el sabor de los alimentos, en sopas de sobre, patatas fritas, salsas, platos precocinados, productos para dietas, snacks, chucherías para niños, palitos de cangrejo, e incluso en restaurantes. Su consumo es muy difícil de reducir ya que se encuentra en casi todos los alimentos precocinados.
En 1970 se producían 200.000 toneladas de Glutamato anuales, ahora 1,5 millones.
Estudios realizados en la Universidad Complutense han concluido que los alimentos con este aditivo potencian el hambre y la voracidad. Además, datos preliminares de una parte de la investigación realizada en humanos muestran que el bloqueo farmacológico de la acción del Glutamato es capaz de inducir pérdidas de peso, incluso sin necesidad de imponer variaciones en la dieta, porque la caída del apetito provoca una disminución del aporte calórico.
El problema es que al glutamato monosódico (GMS) que ya se consume de forma abundante por una alimentación muy rica en proteínas se suma ahora el que se añade como aditivo a muchos alimentos, de manera que es difícil saber cuánto glutamato llega a consumir cada persona.
Para saber que el alimento contiene Glutamato Monosódico debemos ver que contiene E-621, aunque no se indica la cantidad.
Jesús Fernández-Tresguerres (director del departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense) recuerda que el E-621 está considerado como un «aditivo no problemático e inocuo, para cuyo uso no hay límites a ninguna edad». Organismos como la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización sobre la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos o la Agencia Europea del Medicamento, han declarado que su uso como aditivo no es peligroso.
Pero, no se tiene en cuenta que la cantidad ingerida es excesiva y que un exceso podría tener efectos graves, modificando el patrón de hambre y saciedad, además posee efectos que aumentan las posibilidades de obesidad y todas aquellas alteraciones relacionadas con el sobrepeso. En estudios realizados con animales se ha añade también efectos neurotóxicos, especialmente en animales jóvenes, destruyendo partes del cerebro que controlan el apetito (pudiendo aumentar la voracidad hasta un 40%) porque inhibe los mecanismos que finalizan la sensación de apetito y disminuyendo la producción de la hormona del crecimiento.
Los investigadores que han encontrado niveles de toxicidad del GMS en experimentos con ratas, consideran que al consumir Glutamato de manera libre, el organismo acumula el exceso pues no tiene mecanismos de metabolizarlo o usarlo en la producción de ácido glutámico, generando intoxicación.
Debido a la gran cantidad de artículos científicos presentados (D. R. Sisk & T. Kuwabara, J. W. Olney et al., Olney JW, Lucas Dr & Newhouse Jp, Smith JD, et al, Manev H, et al, Blaylock RL., Seo HJ, et al y Lau A, et al) que sugieren toxicidad del E-621, a lo largo de la historia la Administración de Fármacos y Alimentos de Estados Unidos (FDA) ha tenido que reabrir el proceso de estudio de la toxicidad de este aditivo.
También conocido como el Sindrome del restaurante chino, esta sustancia provoca en personas sensibles claros síntomas como mareo, debilidad, bajadas de tensión y sensación de cansancio y agotamiento, (actúa sobre el sistema nervioso), que dura aprox una media hora, lo cuento por propia experiencia, empecé a sentir esto hace muchos años con algunos de los platos de los restaurantes chinos, después de muchos años no lo habia vuelto padecer, hasta hace algunas semanas en una paella en un restaurante en la playa, que claramente al probar, sabia puramente a sazonador, pocos minutos después comenzaban los síntomas, mi salud fisica e intestinal es estupenda y no padezco ninguna alergia ni intolencia a ningún alimento, pero esto me mata… creo haber leido que algún pais estaba prohibido, no sé si es cierto, de todos modos, cuanto cuesta estar alejado de los tóxicos ¡¡¡
Deberian prohibirlo.