Sabéis cómo me gusta el tema de las proteínas de origen vegetal y la importancia que le doy en un dieta equilibrada. Pues hoy os quiero hablar de las judías azuki.
Son un ingrediente muy corriente en la alimentación macrobiótica. Se consideran «soja roja» porque es la semilla de la alubia color granate y es un alimento depurativo, nutritivo, de fácil digestión y tonificante del riñón, vías urinarias y corazón.
Sistema urinario
La medicina oriental la utiliza para mejorar el funcionamiento del sistema urinario, incluyendo su función de reservorio de energía, nos recarga para cuando estamos bajos de vitalidad, bajos de ánimo o con miedos.
Tienen acción diurética y son beneficiosas en casos de cistitis, problemas de uretra y próstata.
Sistema digestivo
Las judías azuki ayudan a eliminar el exceso de mucosidad que esté perjudicando en procesos digestivos, quitando pesadez en el proceso de la digestión.
Equilibra el metabolismo y ayuda a controlar el peso y a quemar grasas.
Aún pareciendo legumbre, se trata de un alimento ligero a pesar del alto contenido en nutrientes.
Poder alcalinizante
Sabemos a día de hoy que es de vital importancia mantener un medio lo más alcalino posible en nuestro organismo y estas judías ayudan a alcalinizar para prevenir y curar todo tipo de enfermedades, desde un simple catarro a una osteoporosis o artrosis.
Basta con consumir pequeñas cantidades, como un puñado, lo que nos cabe en seco en la mano cerrada, 2 o 3 veces a la semana, para notar sus beneficios.
Se pueden echar en ensaladas, en revueltos de verdura, hacer sopas e incluso hasta usar como ingrediente en postres, desayunos y meriendas.
Se preparan de la siguiente manera:
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Gracias por la información! Mi madre las consume hace bastante tiempo, aunque las azukki hokkaido, que son algo más difícil de conseguir.
Las empezó a utilizar por problemas del riñón, se las aconsejó una nutricionista macrobiótica, y entre la dieta y esta legumbre la verdad que su salud ha mejorado con creces.