Las proporciones de las comidas han ido aumentando poco a poco y las necesidades energéticas disminuyendo, en muchos casos no se es consciente de cuanta comida se está ingiriendo, por ello he querido hablar un poquito de las consecuencias y causas de esta ingesta excesiva de comida.
Una escasez de alimentos puede provocar raquitismo, pelagra, escorbuto… pero una sobrealimentación (exceso consumo de alimentos que supera las necesidades energéticas) también puede ocasionar alteraciones en la salud, tan graves como las anteriores; pues un sobrepeso produce una sobrecarga en el organismo en cuanto a la circulación, la tensión arterial, flexibilidad, cansancio, gestión del azúcar en sangre…. No por estar sobrealimentados tenemos que estar bien nutridos, de hecho la mayoría presentan malnutrición, pues los alimentos de los que se abusa no son los más adecuados.
Por ello debemos «aprender a comer«, pues tampoco se trata de llevar una dieta en la que se pase hambre y haya falta de nutrientes… (que existen muchas de este tipo).
Cuando hablo de “dieta” me refiero a un planning alimentario pero no debemos asociarla a adelgazar, pues puede ser perfectamente para coger peso, para alteraciones de colesterol, para diabetes y sigue siendo una dieta igualmente.
A esta sobrealimentación habría que añadir una vida más sedentaria en la cual la mayoría de los principios inmediatos (hidratos de carbono, proteínas y grasas) no se quemarían para la obtención de energía, por ello se puede llegar a un caso de obesidad.
¿Por qué hay sobre alimentación?
- Hay investigaciones que concluyen que muchos casos de sobrealimentación es debido a una adicción a los alimentos, ya que la alimentación genera placer y algunas personas con cierto grado de vulnerabilidad genética pueden llegar a crearles adicción. Se estudió que aquellas personas que se sobrealimentaban tenían menos receptores de un neurotransmisor llamado dopamina (implicado en la recompensa y placer).
- Por una condición psicológica y emocional donde no se controla la cantidad de comida que se ingiere y se intenta compensar el estrés, tristeza, ansiedad, culpabilidad, aburrimiento… (emociones del día a día) mediante el abuso de alimentos los cuales normalmente no son saludables; bollerías, salsas, snacks, comidas rápidas, refrescos azucarados, etc.
- Por una mayor diversidad de alimentos a la hora de realizar la compra, una mayor publicidad la cual nos hace creer una necesidad “ficticia” de todos estos alimentos.
Las personas que deciden ponerse a dieta y padecen un trastorno de sobrealimentación, cuanto más estricta sea la dieta más se “alimenta” este trastorno y debemos tener en cuenta que es muy necesario una ayuda psicológica para averiguar cual es el sentimiento de oculto detrás de la sobrealimentación. Y por supuesto, la realización de ejercicio físico moderado sería otro de los pilares del tratamiento.