Pueden suceder varias cosas en verano, que nos dé por cuidarnos más porque exponemos la piel y el pelo al sol, al mar, al agua de las piscinas, o que tengamos tantos planes que nos descuidemos por completo.
En el primer caso, nos vienen genial estos consejos para tener unas pautas para cuidarnos y el segundo caso, necesitaremos un cuidado extra cuando acaben todas las actividades programadas.
Calentamos 4 cucharadas de aceite de oliva con 5 gotas de aceite de árbol del té en uno bol al baño María.
Introducimos una toalla en la secadora o la planchamos para que esté caliente.
Nos aplicamos los aceites sobre el cabello húmedo y masajeamos el cuero cabelludo.
Nos enrollamos en la cabeza la toalla caliente.
Y nos relajamos 20 minutos, tumbados en la cama, leyendo, tomando un baño.
Nos lavamos el pelo con un champú suave y lo dejamos secar al aire libre.
El árbol del té limpia el cuero cabelludo y el pelo y el aceite de oliva lo nutre e hidrata.
Si tenemos el pelo seco lo podemos hacer 1 vez a la semana y si lo tenemos graso, mejor cada 2 o 3 semanas.
En verano debemos hidratarnos la piel de la cara y utilizar siempre un protector solar facial adecuado a nuestro tipo de piel.
Como lo ideal es relajarse cuando hacemos un tratamiento hidratante más intensivo, aprovecharemos el momento del baño para nuestro tratamiento.
Nos limpiamos la piel con una limpiadora suave.
Nos aplicamos una mascarilla específica para nuestro tipo de piel.
Nos colocamos una rodaja de pepino en cada ojo cerrado o cualquier otro tratamiento descongestivo del contorno de los ojos.
Pasados 20 minutos, retiramos la mascarilla con una toalla suave mojada.
Nos aplicamos agua de rosas con un algodón.
Y por último nos ponemos crema hidratante.
Cuidar la piel va a significar una lucha contra el envejecimiento y tener una apariencia radiante, además de que una piel cuidada coge mejor color cuando queremos lucir un poco morenas.
Dúchate con un gel de avena o algas.
Si has estado al sol, date una crema en todo el cuerpo que contenga aloe vera, o gel de aloe directamente.
Una vez a la semana nos daremos un baño añadiendo al agua de la bañera 1 cucharada de miel y 5 gotas de aceite esencial de rosa.
Nos sumergeremos 20 minutos.
Para secarnos no frotaremos la piel con la toalla, si no que nos secaremos a toquecitos.
Después aplicaremos la crema hidratante o el aloe vera.
Por mucho que lo intento, no puedo evitar rascarme cada vez que escucho la palabra…
Si pienso en cuando era pequeña, apenas recuerdo personas con canas o el cabello blanco.…
Hoy voy a hablar de la leche virginal. Quiero recordaros que hace unas semanas os…
Llevaba mucho tiempo pensando en hacerme un sérum especial para mí, para pieles delicadas y…
Llevaba tiempo queriendo hacer un spray para aliviar el dolor, pero no encontraba el momento.…
Llevo padeciendo del síndrome de Raynaud desde los veintiún años y, aunque llevaba tiempo con…
Este sitio usa cookies