Los saquitos de semillas son de los objetos más prácticos que podemos tener en casa. Sirven para aliviar dolores y molestias para toda la familia, incluso los podemos usar de calienta camas.
Los saquitos de semillas se llevan usando desde siempre porque son fáciles de hacer y muy baratos.
Lo primero que necesitamos son semillas. Las semillas que más se usan son las de arroz (tanto blanco como integral), el trigo sarraceno y los huesos de cerezas. Con el trigo sarraceno, además podemos elaborar almohadas especiales para alérgicos.
Otras semillas, que a mi especialmente me encantan porque dan una textura más suave y amorosa, son las semillas de lino (los dos tipos nos valen). La linaza viene genial para elaborar saquitos para bebés y para futuras mamás, pero esto os lo cuento en el final del artículo.
Ojo, si utilizáis huesos de cereza, o huesos de aceitunas, que vosotros mismos hayáis consumido recordad que debéis eliminar todo rastro del fruto y dejar solo el hueso. Si no lo hacéis bien, el fruto acabará pudriéndose dentro del saquito.
Podemos mejorar las propiedades de nuestro saquito añadiendo plantas medicinales y aromáticas.
La lavanda o el espliego es quizás la planta aromática más usada, tanto por sus propiedades calmantes como por su agradable olor. Podemos incluir otras plantas como la manzanilla, el lúpulo y la verbena.
Hay muchas opciones, pero todo depende de tu gusto, lo mejor es hacer un saquito personalizado.
Los ingredientes que vamos a añadir, son partes iguales, quizás un poquito menos de lavanda que de arroz.
Puedo enseñarte a hacer todos los productos de limpieza e higiene familiar sin tóxicos en una mañana al mes.
Apúntate a mi curso
«Batch sin tóxicos»
Con el saquito de algodón, con tres de los lados cosidos, añadimos el arroz y la lavanda, removemos para que se mezcle todo bien y con cuidado lo cosemos.
Usar para el saquito tela de algodón biológico, sin tintes. Los tintes pueden pasar a las semillas y al final puede contaminarlas, por así decirlo y no ser muy bueno para nuestra salud.
Lo más práctico e higiénico es ponerle encima una funda al saquito, puede ser de algodón, lona o algún tipo de tela que os guste. Así cuando se manche podemos echar a lavar la funda y dejar el respirar a nuestro saquito.
Si queréis el saquito caliente, podéis calentarlo de dos formas:
Si lo queréis frío:
Metemos nuestro saquito en una bolsa de congelados o similar, para que no se manche ni se estropee y lo introducimos en el congelador. Lo dejaremos un mínimo de 2 horas, el tiempo dependerá de lo frío que quieras el saco.
Los saquitos de semillas se usan sobre todo para aliviar dolor, pero también lo puedes usar cuando hay inflamación y rigidez.
Se usan sobre todo calientes, el saquito produce «calor seco» y lo mantiene durante bastante tiempo. Lo vamos a usar en dolores musculares y articulares, como:
Podemos usarlo frío, para casos sobre todo de inflamación.
Un uso muy curioso y efectivo de este tipo de saquitos es hacer un saquito rectangular pequeños relleno de semillas de lino para aliviar las molestias del cólico del lactante. El calor del saquito les disminuirá el dolor y ayudará a que desaparezcan los gases.
El cólico del lactante se da en muchos bebés pequeños, es muy molesto para ellos y doloroso. Si queréis conocer algún truco más, podéis leer nuestro artículo sobre remedios naturales para el cólico del lactante.
Muchas mujeres conocemos lo fuerte que puede ser un dolor de pecho, sea debido a la menstruación, por embarazo o por la subida de la leche materna, por eso cuantos más remedios conozcamos mejor.
Para aliviar el dolor de pecho, podemos elaborar un saco caliente con forma redonda (como si fuera un disco de lactancia muy grande) y lo rellenamos con semillas de lino.
Este saquito lo podemos usar caliente o frío, según necesitemos.
Además de hacer los saquitos típicos, podemos hacer sacos muy diversos. Hay muchas opciones: con formas curiosas y divertidas ej. de búho, de osito, de gatito, etc, también podemos elaborar zapatillas de andar por casa acolchadas, saquitos grandes para cubrir una gran superficie, con forma de cojín para el cuello, etc.
¡Echarle imaginación! Estoy segura que os encantará el resultado.
Por mucho que lo intento, no puedo evitar rascarme cada vez que escucho la palabra…
Si pienso en cuando era pequeña, apenas recuerdo personas con canas o el cabello blanco.…
Hoy voy a hablar de la leche virginal. Quiero recordaros que hace unas semanas os…
Llevaba mucho tiempo pensando en hacerme un sérum especial para mí, para pieles delicadas y…
Llevaba tiempo queriendo hacer un spray para aliviar el dolor, pero no encontraba el momento.…
Llevo padeciendo del síndrome de Raynaud desde los veintiún años y, aunque llevaba tiempo con…
Este sitio usa cookies