De pequeña me fascinaban las amapolas, me parecía una flor realmente sencilla y preciosa. Ahora que soy mayor, las percibo de forma diferente, pero siento lo mismo hacia ellas, son bonitas, elegantes y lo mejor: son medicinales.
Muchas personas las confunde con la Dormidera (Papaver somniferum) de la cual se consigue el opio, pero no; aunque son de la misma familia, no tienen las mismas propiedades.
Estoy segura que muchos conocéis las propiedades medicinales de la amapola, aunque sino, echar un vistazo a nuestro artículo la Amapola. Pero hoy, no quiero hablar de este tema, en el artículo de hoy quiero hablaros de las cómo recolectar sus semillas, de sus beneficios y cómo usarlas en nuestras recetas.
Beneficios y composición de las semillas de amapola
Estas semillas son un verdadero tónico para nuestra salud, por esto es recomendable tomarlas de vez en cuanto, al igual que otras semillas como las semillas de sésamo, lino, chía, cáñamo…
Sobre su composición podemos destacar que:
- Son ricas en Omega 3 y Omega 6. Que contenga omega 3 y omega 6, es algo estupendo, así tendremos un equilibrio correcto entre estos dos ácidos grasos, algo muy importante para nuestra salud.
- Contiene calcio y magnesio. También son ricas en vitaminas del grupo B, vitamina A y fósforo.
- Estas semillas también son rica en fibra.
Beneficios directos para nuestra salud:
- Cuida de nuestra salud cardiovascular y de nuestro corazón, gracias al omega 3.
- Nos ayudará a tener el sistema hormonal en equilibrio, esto es importante por ejemplo para cuando hay patologías en nuestro ciclo menstrual e infertilidad.
- Fortalece nuestros huesos, previniendo la osteoporosis. Gracias al calcio y magnesio.
- Nutre nuestro sistema nervioso, gracias a las vitaminas del grupo B y al fósforo.
- Fortalece y cuida de nuestra piel, cabello y vista, por su contenido en vitamina A.
- Al ser rica en fibra, nos viene estupendo para tener un transito intestinal adecuado.
Usos culinarios de las semillas de la amapola
Lo primero de todo, es importante que sepáis que muchas de las semillas de amapolas que venden en herbolarios y super ecológicos, no son de amapola común (Papaver rhoeas), sino de Amapola azul proveniente de Turquía. Estas semillas de amapola azul son mucho más grandes y más azuladas que nuestra amapola. Os digo esto para que no os extrañe al descubrirlo.
Las semillas de amapola las podemos usar de muchas formas en nuestra cocina. De manera tradicional, en Polonia se elabora un pastel relleno de semillas de amapola que se llama «Makowiec» y en Turquía, hacen una tarta con harina tostada, miel, aceite de oliva y semillas de amapola.
¿Cómo podemos usarlas?
Lo más habitual es echarlas en nuestros panes, bollitos al vapor y pasteles, espolvoreándolas por encima. Pero también podemos tomarlas en ensalada, sopas y cremas, aderezos, en rellenos de galletitas, incluso podemos usarlas como topping en helados y trufas caseras.
Es muy interesante, tanto para nuestro paladar como para nuestra salud, si las combinamos con otras semillas como las semillas de lino, sésamo o chía.
Cómo recolectar las semillas de la amapola
Antes de anda, solo debemos recoger las amapolas que sepamos que sean de cultivo ecológico, libres de pesticidas. Y por supuesto, solo debemos recoger unas pocas y siempre dejar una gran parte para que siembren de manera natural.
Las semillas de la amapola se recolectan en verano, sobre el mes de julio y agosto.
Su recolección es muy sencilla, solo tenemos que coger las cápsulas de la amapola cuando estén secas, de color panizo, como en la en esta foto. Descartar las cápsulas que estén dañadas o infectadas.
Después, ponemos las cápsulas o cabezuelas en una bolsa de tela, la cerramos y movemos bien, como si fuera un sonajero gigante, para que las semillas salgan por si solas gracias al movimiento. Otra forma más lenta, es hacerlo de forma manual, agitándolas una a una y quitando la parte superior (con forma de sombrerito).
Quitamos los restos de las cápsulas e intentamos dejar solo las semillas. Esto es complicado porque las semillas son muy pequeñas y siempre queda alguna parte de la planta. Lo más efectivo es usar un colador muy fino para intentar que solo se cuelen las semillas.
Y por último, guardamos las semillas en un envase de vidrio bien limpio.
Por favor, cuando terminéis, las cápsulas no las tiréis a la basura, echarlas en el parque de al lado de vuestra casa o en el campo, siempre queda alguna semilla, así ayudaremos a que el año que viene haya más amapolas.
Advertencia
No se recomienda tomar en grandes dosis, no debemos abusar de las semillas, al igual que de toda la planta. Como todo, a dosis elevadas no es buena.
Según algunas fuentes, no se recomienda que las tomen las embarazadas y los niños pequeños. Aunque en mi opinión, creo que de vez en cuando a pequeñas dosis no hay problema.
Os animo a que descubráis otra semilla muy interesante y no tan conocida, las semillas de Cáñamo. Conoce todas sus propiedades y usos, en nuestro artículo sobre las semillas de Cáñamo.
¡Hola! Me ha resultado muy interesante el post. En la cocina española se conoce poco este ingrediente, pero cada vez se escucha más, sobre todo para añadir a las ensaladas. Soy de uno de los países ex-soviéticos y desde siempre teníamos la tradición de usar las semillas de amapola en la repostería. Se suelen moler con azúcar y usar de relleno para muchas trenzas, bollos, etc. Muchas de estas cosas se preparaban durante las festividades religiosas, como la Pascua. ¡Todos saben divinamente!;)
Hola Anyuta.
Muchas gracias 🙂 Si, cada vez se usa más, la verdad es que merece la pena.
Por favor, recomiendame una receta rica rica para hacer con ella…
Un abrazo y mil gracias.
Muy muy interesante. GRACIAS
Hola Berta.
Muchas gracias flor 🙂
Un besazo.
hola estoy haciendo la recolecta pero hay muchas semillas ue me salen como de color cafe claro, que hago las dejo o solo tomo las semillas color negro