De pequeña me fascinaban las amapolas, me parecía una flor realmente sencilla y preciosa. Ahora que soy mayor, las percibo de forma diferente, pero siento lo mismo hacia ellas, son bonitas, elegantes y lo mejor: son medicinales.
Muchas personas las confunde con la Dormidera (Papaver somniferum) de la cual se consigue el opio, pero no; aunque son de la misma familia, no tienen las mismas propiedades.
Estoy segura que muchos conocéis las propiedades medicinales de la amapola, aunque sino, echar un vistazo a nuestro artículo la Amapola. Pero hoy, no quiero hablar de este tema, en el artículo de hoy quiero hablaros de las cómo recolectar sus semillas, de sus beneficios y cómo usarlas en nuestras recetas.
Estas semillas son un verdadero tónico para nuestra salud, por esto es recomendable tomarlas de vez en cuanto, al igual que otras semillas como las semillas de sésamo, lino, chía, cáñamo…
Lo primero de todo, es importante que sepáis que muchas de las semillas de amapolas que venden en herbolarios y super ecológicos, no son de amapola común (Papaver rhoeas), sino de Amapola azul proveniente de Turquía. Estas semillas de amapola azul son mucho más grandes y más azuladas que nuestra amapola. Os digo esto para que no os extrañe al descubrirlo.
Las semillas de amapola las podemos usar de muchas formas en nuestra cocina. De manera tradicional, en Polonia se elabora un pastel relleno de semillas de amapola que se llama «Makowiec» y en Turquía, hacen una tarta con harina tostada, miel, aceite de oliva y semillas de amapola.
Lo más habitual es echarlas en nuestros panes, bollitos al vapor y pasteles, espolvoreándolas por encima. Pero también podemos tomarlas en ensalada, sopas y cremas, aderezos, en rellenos de galletitas, incluso podemos usarlas como topping en helados y trufas caseras.
Es muy interesante, tanto para nuestro paladar como para nuestra salud, si las combinamos con otras semillas como las semillas de lino, sésamo o chía.
Antes de anda, solo debemos recoger las amapolas que sepamos que sean de cultivo ecológico, libres de pesticidas. Y por supuesto, solo debemos recoger unas pocas y siempre dejar una gran parte para que siembren de manera natural.
Las semillas de la amapola se recolectan en verano, sobre el mes de julio y agosto.
Su recolección es muy sencilla, solo tenemos que coger las cápsulas de la amapola cuando estén secas, de color panizo, como en la en esta foto. Descartar las cápsulas que estén dañadas o infectadas.
Después, ponemos las cápsulas o cabezuelas en una bolsa de tela, la cerramos y movemos bien, como si fuera un sonajero gigante, para que las semillas salgan por si solas gracias al movimiento. Otra forma más lenta, es hacerlo de forma manual, agitándolas una a una y quitando la parte superior (con forma de sombrerito).
Quitamos los restos de las cápsulas e intentamos dejar solo las semillas. Esto es complicado porque las semillas son muy pequeñas y siempre queda alguna parte de la planta. Lo más efectivo es usar un colador muy fino para intentar que solo se cuelen las semillas.
Y por último, guardamos las semillas en un envase de vidrio bien limpio.
Por favor, cuando terminéis, las cápsulas no las tiréis a la basura, echarlas en el parque de al lado de vuestra casa o en el campo, siempre queda alguna semilla, así ayudaremos a que el año que viene haya más amapolas.
No se recomienda tomar en grandes dosis, no debemos abusar de las semillas, al igual que de toda la planta. Como todo, a dosis elevadas no es buena.
Según algunas fuentes, no se recomienda que las tomen las embarazadas y los niños pequeños. Aunque en mi opinión, creo que de vez en cuando a pequeñas dosis no hay problema.
Os animo a que descubráis otra semilla muy interesante y no tan conocida, las semillas de Cáñamo. Conoce todas sus propiedades y usos, en nuestro artículo sobre las semillas de Cáñamo.
Por mucho que lo intento, no puedo evitar rascarme cada vez que escucho la palabra…
Si pienso en cuando era pequeña, apenas recuerdo personas con canas o el cabello blanco.…
Hoy voy a hablar de la leche virginal. Quiero recordaros que hace unas semanas os…
Llevaba mucho tiempo pensando en hacerme un sérum especial para mí, para pieles delicadas y…
Llevaba tiempo queriendo hacer un spray para aliviar el dolor, pero no encontraba el momento.…
Llevo padeciendo del síndrome de Raynaud desde los veintiún años y, aunque llevaba tiempo con…
Este sitio usa cookies
Ver comentarios
¡Hola! Me ha resultado muy interesante el post. En la cocina española se conoce poco este ingrediente, pero cada vez se escucha más, sobre todo para añadir a las ensaladas. Soy de uno de los países ex-soviéticos y desde siempre teníamos la tradición de usar las semillas de amapola en la repostería. Se suelen moler con azúcar y usar de relleno para muchas trenzas, bollos, etc. Muchas de estas cosas se preparaban durante las festividades religiosas, como la Pascua. ¡Todos saben divinamente!;)
Hola Anyuta.
Muchas gracias :-) Si, cada vez se usa más, la verdad es que merece la pena.
Por favor, recomiendame una receta rica rica para hacer con ella...
Un abrazo y mil gracias.
Muy muy interesante. GRACIAS
Hola Berta.
Muchas gracias flor :-)
Un besazo.
hola estoy haciendo la recolecta pero hay muchas semillas ue me salen como de color cafe claro, que hago las dejo o solo tomo las semillas color negro