Me encanta las tartas de chocolate, son mis preferidas y tengo la suerte que mis hijas comparten ese gusto conmigo 🙂 Por eso, no dudo en que tarta hacer, cuando toca celebrar algo especial en casa.
Está receta es especial, porque no lleva ni hueve ni leche, incluso si queremos tampoco lleva azúcar. Muchos de vosotros ya sabéis que mi hija mayor es muy alérgica a la leche y al huevo, entre otras cosas, así que son alimentos que no pisan mi casa. La verdad es que cada día se me da mejor preparar repostería sana y vegana 🙂
Lo que más me gusta de esta receta es que el bizcocho se puede partir bien por la mitad y rellenarlo sin problemas, en otras recetas no se puede y si lo intentas se hace migas y se destroza.
Esta tarta está basada en esta receta que era la que usaba antes, pero la he adaptado y esta me gusta mucho más.
«La medida que vamos a usar es la medida del yogur de soja».
Yo suelo usar leche de avena, pero podéis usar leche de soja, de arroz, de almendras, la que más te guste, incluso horchata.
Sobre el sirope de ágave, usar solo el que sea en «crudo», porque sino ha perdido todas sus propiedades en la extracción y solo es fructosa. Yo uso sirope de ágave cristalizado, así queda mejor el bizcocho porque sino al ser líquido tarta más en hacerse o queda con una textura diferente. También podéis usar xilitol, sirope de arce o sino panela.
Es importante que añadas un plátano o una banana, es lo que va a darle el toque perfecto al bizcocho. Hay muchas personas que usan los mucílagos (el gel) resultante de dejar en agua semillas de lino o chía, es una buena opción, pero a mi no me ha resultado tan bien, por eso uso el plátano, es cuestión de probar. Si quieres saber más sobre la chía, echa a este artículo sobre las semillas de chía.
Sino quieres o no puedes añadirle el sirope de ágave puedes combinar las fresas con unos cuantos dátiles deshuesado o higos secos. Estos le aportarán dulzor, mucho calcio extra y quedará el relleno como una pasta untable.
Lo primero que tenemos que hacer es encender el horno. Pon unos 200ºC más o menos, para que se vaya calentando.
Con una batidora o similar, tritura bien el plátano o la banana. Después, añade todos los ingredientes en un bol y mézclalos muy bien con una cuchara.
En el envase de horno que vayas a usar, echa un poco de aceite vegetal o encamisa el envase (añade un poco de harina) para que nuestro bizcocho no se pegue. Vierte la mezcla del bizcocho en el recipiente.
Mételo en el horno y baja la temperatura a unos 180 o 160ºC. El tiempo medio para que este listo es de unos 50 minutos, pero todo depende del horno, en el mío con media hora es suficiente.
Esta parte es super sencilla de hacer y no se tarda nada.
Bate las fresas junto al sirope de ágave o endulzante que más te guste. Tritura hasta que quede como un puré, incluso puede quedar como un batido, no pasa nada.
Cuando el bizcocho esté listo, desmóldalo con mucho cuidado y pártelo por la mitad, de forma transversal. Rellena con una buena capa de fresa triturada y pon la otra parte del bizcocho encima.
Pon a calentar «al baño María» la manteca de cacao, remueve con una cuchara hasta que esté derretida. Añade el sirope de ágave, el cacao en polvo, las especias y el pelín de sal. Remueve muy bien para que todo se quede bien mezclado.
Aparta del fuego y mételo en la nevera o en algún lugar frío. Déjalo estar un poquito para que coja consistencia, pero ojo no mucho porque sino se solidifica demasiado.
Con cuidado, vete añadiendo por encima el chocolate, hasta que forme una capa buena encima del bizcocho tapándolo del todo.
¡Espero que disfrutes de esta tarta tanto como yo! 🙂
Y si te apetece variar la receta o hacerla con más chocolate, te animo a que hagas un relleno de natillas de chocolate veganas, para ver la receta solo tienes que pinchar aquí.
Por mucho que lo intento, no puedo evitar rascarme cada vez que escucho la palabra…
Si pienso en cuando era pequeña, apenas recuerdo personas con canas o el cabello blanco.…
Hoy voy a hablar de la leche virginal. Quiero recordaros que hace unas semanas os…
Llevaba mucho tiempo pensando en hacerme un sérum especial para mí, para pieles delicadas y…
Llevaba tiempo queriendo hacer un spray para aliviar el dolor, pero no encontraba el momento.…
Llevo padeciendo del síndrome de Raynaud desde los veintiún años y, aunque llevaba tiempo con…
Este sitio usa cookies