Llevo años con ganas de hacer mis propias toallitas húmedas caseras, pero la verdad es que apenas las he necesitado hasta ahora.
Con mi hija mayor, solo usaba agua con un poquito de jabón y una esponjita para limpiarla en cada cambio de pañal. Ahora, con mi hija pequeña y con la falta de tiempo, ya no es igual y he tenido que usar toallitas húmedas comerciales.
No me gusta usar toallitas húmedas. Primero, porque no son buenas para la piel de nuestros pequeños. Segundo, porque contaminan mucho y tercero, porque es un gasto innecesario para nuestro bolsillo.
Así que por fin, me decidí a hacer mis propias toallitas húmedas hace unos meses y estoy muy contenta con ellas. No son toallitas húmedas desechables como he visto por Internet, he intentado hacer una versión diferente no desechable.
He pensado que os podría interesar, así que, aquí os dejo mi receta, para que la podáis disfrutar tanto como yo.
Yo me he decidido por el hidrolato o hidrosol de lavanda, pero también podemos usar agua de manzanilla o de hamamelis. Si queréis, probad a añadirle más cantidad de hidrolato y menos de agua destilada, esto encarecerá nuestro preparado pero mejorará sus propiedades, es cuestión de que vayáis testando.
Si no tenéis vitamina E, no pasa nada, también le podéis añadir una cucharadita de aceite de germen de trigo.
Podéis usar aceite de almendras o de oliva virgen extra, como tal, aunque es mejor si lo maceráis en flores de caléndula y/o manzanilla.
El jabón que vamos a usar es el mismo que usamos para la higiene diaria de nuestro pequeño. Mucho mejor si es jabón casero o jabón para pieles sensibles.
A esta mezcla se le puede añadir aceites esenciales, según el caso de cada uno, pero si lo vais a usar con niños de forma cotidiana yo no os lo recomiendo.
En una botella (mejor si es de cristal opaco y tiene difusor), bien esterilizada, añadimos el agua destilada, el hidrolato, el aceite vegetal, la glicerina, el jabón y la vitamina E.
Cerramos el tapón y agitamos bien.
Os recomiendo que la botella la guardéis lejos de las fuentes de calor y evitar que le dé la luz.
Yo me he decidido por las toallitas reutilizables. Creo que al final es más cómodo y más ecológico. Siempre puedes llevar un poco de preparado en la mochila y usarla junto a una toallita cuando lo necesites.
La forma de uso es muy sencilla. Simplemente agitamos bien la botella y aplicamos el preparado sobre una toallita de algodón o de microfibra y limpiamos con ella a nuestro bebé.
Va genial tanto para limpiar el culete de nuestro bebé,como para limpiar las manos y la boca después de la merienda, para las manos sucias después de estar todo el día jugando en el campo.
Es muy útil llevarlo siempre encima, ¡porque nunca se sabe cuando lo puedes necesitar!
Y por supuesto, esto también lo podemos usar para nuestra higiene íntima, no solo es apto para bebés y niños 🙂
Se que muchos queráis tener las toallitas ya preparadas, para que queden como las comerciales. No os preocupéis, esto es muy sencillo de conseguir.
Solo necesitáis un rollo de papel de cocina super absorbente y el preparado limpiador de la receta. Sumergís el rollo en el líquido y listo.
Pero, para que os quede claro como hacerlo, os dejo este estupendo artículo de Mayra de Vivir más natural.
Y si lo que necesitáis es un spray antiséptico para llevar siempre con vosotros, cosa que os recomiendo, esta es vuestra receta, spray antiséptico para heridas, cortes y raspones.
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