Las propiedades dermatológicas de la avena o avena sativa son muchas y muy variadas.
Sus partículas absorben la suciedad y los residuos celulares respetando y cuidando la estructura cutánea. Tiene una acción suavizante, relajante y calmante de las irritaciones de la piel, tanto de origen alérgico como de otra causa.
Normaliza el pH cutáneo y protege la membrana celular, gracias a su acción antiinflamatoria. Evita la deshidratación de la piel y mantiene una barrera protectora frente a las agresiones externas.
Se utiliza principalmente la avena coloidal, que mantiene sus características y su contenido en vitaminas y oligoelementos, resulta eficaz en el tratamiento de las pieles secas y atópicas.
Limpieza
Los jabones de avena no destruyen la capa hidrolipídica que protege la piel de forma natural. La acción del fósforo disminuye la dureza del agua, que se traduce en una acción suavizante y relajante de la limpieza diaria.
Hidratación
Los cosméticos que contienen avena, cremas y lociones, evitan la deshidratación al crear una fina capa en la piel que evita la evaporación del agua.
También difunden, gracias a un sistema de microesponjas naturales, las sustancias emolientes e hidratantes ejerciendo un efecto de reestructuración y protección de la piel.
Efecto calmante y antiinflamatorio
Los productos de avena son muy recomendables como complemento de terapias dermatológicas y de prevención en caso de pieles hipersensibles y en pruritos en niños ocasionados por ropas sintéticas o por los pañales.
Lo ideal es que estos productos contengan entre un 1% y un 5% de avena.
En el caso de pieles secas, sensibles o irritadas hay que hidratar diariamente la piel con preparados a base de avena al menos durante 2 ó 3 meses, aunque no hay ningún inconveniente en usarlos de forma habitual.
Para la higiene de niños muy pequeños se comercializan unos preparados con un 30% de avena que se ponen en la bañera. También son muy recomendables para utilizar después de congestiones solares o en caso de reacciones alérgicas.
Se ponen 100 g de harina de avena en un saquito de tela, se coloca dentro de una olla con 1 litro de agua y se deja hervir durante al menos 10 minutos.
Quedará un líquido blanquecino que es el que se echará en la bañera. Con ello ya se puede disfrutar de un baño suavizante, calmante y relajante.
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